Carlos Alvarado Quesada canceló la gira que tenía programada para mañana al empobrecido cantón de Puntarenas, todo indica que los motivos fueron la negociación fallida con el grupo de pescadores.
La legitimidad se construye y se gana, no emana de un cargo por acto de magia o gracia divina. Si las negociaciones no avanzan con mayor razón un líder debería apersonarse al sitio del conflicto.
Las costas del país hace rato arden, al escenario de desigualdad, desempleo y violencia se le ha sumado ya no sólo el narcotráfico sino también mercaderes de la fe, transnacionales del odio y la intolerancia.
Las zonas rurales llevan décadas padeciendo el abonado, el saqueo y las mentiras de las elites, y el Presidente de la República se da el lujo de atrincherarse en la GAM.
Los eslogan bonitos pueden servir para ganar elecciones mas no para dar de comer.