NO LE HAGAMOS EL JUEGO A NUESTROS ENEMIGOS

Fabio Chaves Castro*

Manifiesto mi preocupación ante las diferentes reacciones generadas con motivo de la decisión de la administración superior del ICE, de aumentar y bajar tarifas de algunos de sus servicios de telecomunicaciones.

Es mi parecer que se está promoviendo una especie de “histeria colectiva” inducida y orquestada contra la imagen del ICE, llegándose a la inquietante situación de que algunas organizaciones internas e externas; así como compañeros y compañeras (quienes supuestamente deberían tener claro el panorama), están brindando comentarios de apoyo, los cuales bajo mi consideración (puedo estar equivocado), carecen de una adecuada reflexión y se emiten sin medir las consecuencias negativas hacia la institución, a tal punto que alimentan la campaña mediática en su contra.

Para colmo, incentivan a otras personas a participar en un bloqueo económico que, al fin de cuentas, solo tendrá un impacto propagandístico que muy bien están usando quienes quieren desaparecer el ICE, en forma definitiva.

Las siguientes reflexiones las comparto con quienes me hagan el honor de leerme, con el ánimo de brindar algunos elementos diferentes a los que se están usando en la discusión; y nunca con la pretensión de que se interprete como santa verdad o descalificación de otros criterios.

Sobre este tema, lo primero que uno tiene que preguntarse es: ¿Necesita el ICE aumentar las tarifas de los servicios fijos o residenciales, celulares y de correos electrónicos? ¿Necesita el ICE rebajar las tarifas de internacional y de internet? Yo me hice estas dos preguntas y llegué a la conclusión de que sí son necesarios bajo los siguientes argumentos (entre otros):

1. Los servicios que se pretenden aumentar tiene casi cinco años de no sufrir aumentos. Todo lo contrario, fueron rebajados forzosamente por la Aresep y recuerdo que la tarifa celular costaba tres mil cien colones y la rebajaron a dos mil novecientos colones; y la tarifa básica residencial no le fue aceptada ningún aumento desde ese entonces.

2. En el caso de los correos de texto, su costo actual es de un colón cincuenta céntimos. Si comparamos, por ejemplo, el costo de un confite morenito o frutín que vale quince colones y valoramos el nivel de importancia entre ambos productos, vemos que con el valor de un frutín, actualmente se pueden enviar 10 mensajes de texto y con el nuevo costo, se podrían enviar 3 textos.

3. En los casos de la telefonía internacional y de internet, sus precios han bajado a nivel internacional, y el no realizar estos ajustes hacia abajo el sector de telecomunicaciones del ICE perdería clientes; actualmente ante el descarado e ilegal trasiego de llamadas internacionales que a vista y paciencia realizan empresas privadas mafiosas, especialmente hacia EEUU y a futuro ante posibles competidores a través del TLC.

4. Los costos de la gestión del ICE se han aumentado producto de los altos índices de inflación, aumento del valor del dólar y otras monedas, aumentos salariales, modelos de inversión más caros y de más corto plazo, etc., etc.

5. El ICE requiere recursos frescos para poder realizar las necesarias y obligantes inversiones en los sistemas de telecomunicaciones que llenen las aspiraciones de la sociedad de recibir servicios de última tecnología, con calidad y oportunidad.

6. Estoy seguro que los aumentos informados, no compensan los costos y necesidades que tiene actualmente el ICE. Es más, también me atrevo asegurar que, tal como lo denunciamos en el proceso del TLC, una vez que entren otras empresas a competir por el mercado de las telecomunicaciones, irremediablemente las tarifas subirán exageradamente

La segunda pregunta es: ¿Son ciertos los argumentos o justificaciones que brinda la administración superior para justificar los aumentos y rebaja de estos servicios? Aparte del rezago tarifario, los argumentos brindados en cuanto que la nueva ley le da esta potestad y que son para prepararse a enfrentar la competencia, creo que los mismos son falaces y entupidos, por lo siguiente:

1. La Ley de la Industria de Telecomunicaciones aprobada bajo la cobija del nefasto TLC, no le brinda potestades al ICE de subir las tarifas unilateralmente. Todo lo contrario. Será todo un suplicio lograr que a futuro le permitan al ICE subir sus tarifas, especialmente las de servicios básicos y bajo el argumento que no están en competencia

2. El argumento de que el aumento es para enfrentar la competencia, vuelvo a decir, es ridículo y además ofende la inteligencia y la buena voluntad de quienes defendemos al ICE. La competencia no es un fin en sí mismo, competencia y competitividad no son sinónimos. El ICE debe ser competitivo en su gestión, con o sin competencia de otros actores, mediante la prestación de servicios con tecnologías de punta y servir a sus clientes u usuarios con la responsabilidad de una empresa pública eficiente.

3. Justificar los aumentos tal como lo está haciendo la administración superior, pone en bandeja de plata de nuestros enemigos y “amigos irreflexivos”, los argumentos para desprestigiar la institución y socavarla desde adentro, o lo que es lo mismo, nuestros peores enemigos están en lo interno enquistados como sanguijuelas.

Como última reflexión, tenemos que entender que el TLC definió las nuevas reglas de juego en que se debe desempeñar el ICE. Nuestra digna y patriótica lucha fue para que esto no sucediera, mas no fue entendido por una “mayoría” de la sociedad que se dejó manipular y engañar y que ahora y a futuro tendrá que cargar con las consecuencias de esta decisión. Pero estoy seguro sabrá, al corto tiempo, sentar las responsabilidades en quienes los engañaron y que hoy hábil y descaradamente atacan el ICE.

Compañeros y compañeras del ICE y del FIT, de las organizaciones sociales, de la sociedad civil: exijámosle al ICE responsabilidad y que cumpla con los objetivos y principios de una empresa pública del Estado costarricense. Seamos lo suficientemente críticos, pero no caigamos en la trampa de hacerle el juego a nuestros enemigos.

* Expresidente de ASDEICE.