(Pbro. Ronal Vargas Araya; Liberia, 3 de julio de 2009)
Señor candidato a diputado, Gerardo Vargas Varela, compañero de luchas, oraciones y esperanzas:
En las primeras décadas del siglo pasado un cura como tu se aventuró a quitarse la sotana para servir más libremente al pueblo costarricense “de otra forma”, pero siempre con el mismo fin que su vocación cristiana le inspiraba: acelerar la llegada del Reino que Jesús prometió, luchando por la justicia, defendiendo el derecho de los desposeídos y echando fuera los demonios de la mentira y la corrupción política; su nombre lo encontramos hoy entre los beneméritos de la Patria: Jorge Volio, vicepresidente de la República y diputado en varias ocasiones. Él fundó el primer partido político como tal reconocido en Costa Rica: el partido Reformista, con ideales sembrados en el Evangelio, crecidos en la Doctrina Social de la Iglesia (de la que era un gran conocedor) y cosechados en su brillante gestión política hasta su muerte, el 20 de octubre de 1955.
Casi un siglo después otro cura valiente llamado Gerardo Vargas Varela, con la furia profética del fantasma de los libertadores del pasado, vuelve a poner en jaque a la oscura y verdiblanca oligarquía que por años ha empedrado las calles de Limón con mentiras, pobrezas y promesas incumplidas. Decidiste alejarte del Alto Clero para vivir más coherentemente tus ideales cristianos al lado del pueblo sacerdotal, en las filas de un nuevo partido político, también inspirado en los ideales socialistas del Evangelio, tomando lo más selecto de la Doctrina Social de la Iglesia (que conoces a la perfección) y demostrando que no es cuestión de palabras y promesas sino de acción eficaz y propuestas sensatas, hasta hoy lideradas admirablemente por uno de los mejores legisladores actuales, Don José Merino: el partido Frente Amplio.
· Yo también soy sacerdote y he conocido la pobreza de nuestros pueblos, como tu, mi amigo Gerardo Vargas; por eso sé lo difícil que ha sido tu trascendental decisión política, porque yo también me he cuestionado dónde y cómo servir mejor al pueblo para que tenga vida abundante, como quería Jesús.
· Yo también soy sacerdote con una fuerte proyección social, como tú, mi compañero Gerardo Vargas, por eso sé lo difícil que te ha sido ejercer en estos últimos años tu vocación profética bajo la mirada inquisidora de otros sacerdotes y superiores que no te han sabido comprender porque tampoco comprenderán nunca el dolor de su pueblo.
· Yo también soy sacerdote cuya bandera siempre ha sido la “opción por los pobres”, como tu, mi ejemplar pastor Gerardo Vargas, en medio de una iglesia muchas veces más complaciente y dichosa cuando se siente protegida por políticos y empresarios poco solidarios con el pueblo.
· Yo también soy sacerdote que nunca me he distinguido por vestir una sotana negra y muda, como tu, mi humilde hermano Gerardo Vargas, sino por no distinguirnos en nuestras vestiduras ni privilegios de la gente común, para estar así más cerca de todas y de todos, en especial de los despojados de sus vestidos y derechos fundamentales.
Contigo Limón dejará de ver un sacerdote carismático predicando en sus templos pero ganará un pastor valiente despotricando sin ataduras contra la corrupción en la Asamblea Legislativa, legislando por una Costa Rica más solidaria e inclusiva. Estoy cierto que contigo no pierdo un compañero de Misa y Evangelio sino que gano un aliado para preparar la Mesa de los intereses del pueblo que se te ha encomendado y anunciar buenas noticias a los que sólo promesas huecas les han recetado.
· Si Limón andaba buscando un diputado de verdad, que en vez de colores partidistas sólo tenga como color político la piel asoleada de su gente, ya lo encontró en Gerardo.
· Si Limón andaba buscando un diputado vestido de pueblo, que no se acomode a los intereses de los que siempre han estado arriba y desconocen las desventuras diarias de quien sobreviven con míseros salarios o sin empleo, ya lo encontró en Gerardo.
· Si Limón andaba buscando un diputado de honestidad comprobada, que más que por bonitos discursos políticos, sepa ensuciarse las manos con su gente, en las calles y entre siembros, ya lo encontró en Gerardo.
· Si Limón andaba buscando un diputado que no venda su voto ni se deje presionar por noticieros, Gobiernos ni editoriales de la NAZION que transforman políticos en becerros, ya lo encontró en Gerardo.
Me hubiera gustado acompañarte más de cerca en tu valiente, sincera pero arriesgada opción política partidista, pues debes sobrevivir con dignidad en un ambiente donde muy pocos entienden la política como un servicio a la sociedad, convirtiéndola en una profesión desleal de quienes viven en abundancia gracias a los votos fraudulentos del pueblo engañado y de magistrados deshonestos… Fíjate por donde caminas, pues si tú no caes, otros mejores te seguirán. De lo contrario, contigo muchos resbalaremos…
Desde el púlpito seguiré predicando desde mi opción política no partidista para que Dios siga suscitando mujeres y hombres que sean elegidos por el ejemplo de sus vidas (y no por su carrera política) y sepan gobernar y legislar nuestro país con sabiduría (y no en circuito cerrado con Casa Presidencial).
Mi afecto y apoyo sincero a tu opción política tan oportuna y necesaria. Un abrazo patriótico que envuelva nuestra querida patria, desde este mi folclórico pacífico guanacasteco hasta tu tropical atlántico limonense.
Pbro. Ronal Vargas Araya, cédula 2-424-362