- La planta, variedad de cannabis destinada al uso industrial y alimentario, no posee propiedades psicoactivas y ha comprobado ser muy útil en la generación de biocombustible ecológicamente sustentable y con alta rentabilidad.
Esta tarde la diputada Ligia Fallas Rodríguez presentó una moción al proyecto que autoriza a RECOPE a incursionar en fuentes de energía alternativa; de manera que se incorporen modificaciones que permitan el aprovechamiento del cáñamo industrial en la producción de biocombustibles.
Según la moción propuesta, a la iniciativa de Ley que se tramita en la Asamblea Legislativa con el expediente 19498, se le deben agregar las modificaciones de los Artículos 127 y 371 de la Ley General de Salud N°5395 para eliminar la prohibición al cultivo de cáñamo industrial para la producción de biocombustibles.
La moción especifica que sería legal el cultivo de plantas de cáñamo no psicoactivo que no superen el 0,5% (cero punto cinco por ciento) de THC o Delta-9 Tetrahidrocarbocannabinol. “Se trata de una planta que no posee propiedades psicoactivas y que se utiliza en la industria desde hace mucho tiempo. Además, se ha comprobado que posee comprobadas capacidades de generar biocombustible ecológicamente sustentable y con alta rentabilidad”, dijo la diputada Ligia Fallas Rodríguez.
De acuerdo con la legisladora, incorporar estas reformas, permitiría destinar recursos a la investigación y posterior producción de biocombustibles a base de cáñamo, fortaleciendo el plan piloto que ya desarrolla el Instituto Tecnológico de Costa Rica. “Nuestro país podría llegar a sustituir el 80% del consumo de diésel por biocombustible a base de cáñamo, utilizando las mezclas conocidas como B20 (80 % biocombustible y 20 diésel)”, señaló Fallas. La diputada explicó que estas mezclas se consideran las mejores para el uso normal en los motores diésel convencionales por las mejoras de la calidad del aire y el consiguiente ahorro en la economía nacional.
El cáñamo es uno de los cultivos más versátiles del planeta y se puede utilizar para una variedad de usos prácticos y económicos. Al igual que el maíz y otras plantas, el cáñamo puede ser utilizado para desarrollar biocombustibles, en tanto su fibra se utiliza para producir papel, materiales de construcción y otros. Las semillas, altamente nutritivas, pueden procesarse en alimentos para consumo humano y animal.
“No podemos estigmatizar una planta altamente provechosa sólo por el uso ilegal que se le da a la cannabis. Si RECOPE va a investigar fuentes alternativas para producir energía, no debería dejar el cáñamo por fuera. Empecemos por levantar la prohibición a su cultivo para biocombustibles”, puntualizó la legisladora Fallas Rodríguez.
