- “Abogamos por un Presidente de la CCSS abierto y conciliador”, afirma el diputado Camacho
7 de junio del 2017. El jefe de Fracción del Frente Amplio, Frank Camacho, aplaudió la decisión del Gobierno de destituir a la presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), María del Rocío Sáenz.
“Estamos optimistas con lo que ha sucedido hoy con la Junta Directiva de la CCSS, se ha removido a la presidenta María del Rocío Sáenz y se ha instalado un nuevo presidente, Fernando Llorca. Esperamos que el nombramiento sea para bien de la institucionalidad. Creo que se debe abrir el diálogo social para que se pueda trazar la mejor ruta que nos lleve a mejorar los ingresos del régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte”, aseguró Camacho.
El legislador recalcó que la CCSS representa el pilar fundamental de la paz social en este país, por lo que es prioritario que se tomen en cuenta a las y los trabajadores con respecto a las decisiones que se ejecutarán en el seno de la junta directiva.
“Espero que el nuevo presidente ejecutivo de la Caja vaya en una línea más abierta y conciliadora y que trabaje en función de los intereses del pueblo costarricense”, insistió Camacho.
El congresista considera inaceptable que la junta directiva de la CCSS aprobara el pasado jueves un aumento del 1% en los aportes para el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), cargando exclusivamente los costos de la decisión sobre los hombros de los asegurados, cuando se trata de un régimen tripartito donde el Estado y el sector empresarial deberían asumir también una parte del incremento.
Finalmente, el jefe de Fracción indicó que seguirán insistiendo en la necesidad de intervenir la Dirección Actuarial de la CCSS, oficina que por años ha permitido la toma de decisiones que han afectado seriamente la estabilidad financiera de la entidad, de forma negligente y ausente de criterios técnicos.
Juliana Martínez , experta en políticas sociales y exmiembra de la comisión de notables que analizó la crisis de la Caja, considera que las malas prácticas financieras llevadas a cabo en la institución de salud durante la última década, generaron un “hueco” financiero de un billón de colones.