De Frente Amplio |
El diputado del Frente Amplio (FA), José Merino, está convencido de que las condiciones para sacar a las “neoliberales” del poder están dadas, pero estima que eso solo será posible si se da una gran alianza de los partidos políticos, las organizaciones sociales y los ciudadanos no organizados, que estima que son los más, de cara a los comicios del 2010.
Por Arturo Gudiño
Merino reconoce que el Partido Acción Ciudadana (PAC) es la agrupación política más fuerte de la oposición, y que eso no se le puede escamotear a su líder Ottón Solís, pero considera que éste “si tiene vocación para ganar el gobierno, debe sumar la mayor cantidad de fuerzas posibles. No puede menospreciar a ninguna fuerza, porque el triunfo o la derrota puede depender de un 0,5% de los votantes, como ya sucedió”.
Merino declara que el gobierno de Oscar Arias cada día se encuentra más solo, porque la únidad granítica que mostró en sus primeros dos años con los grupos empresariales se terminó una vez que fue aprobado el tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos.
“Ahora, de cara a las elecciones del 2010, este es un gobierno de promesas rotas, porque aparte del TLC todo lo demás lo incumplió: el destinar el 8% del PIB a educación; la reforma de las instituciones del sector agrícola para crear el Ministerio de la Producción, la reducción de la pobreza, que parece se incrementará nuevamente este año, y otras como la reducción de la inflación”, dijo Merino.
Merino tuvo una amplia conversación con Informa-tico.com en su oficina de la Asamblea Legislativa, donde los visitantes son observados por Karl Marx, Lenin y el Che Guevara, cuyos retratos cuelgan de una de las paredes, como para que no quepa la menor duda de que el jefe del Frente Amplio es un izquierdista de pura cepa, pero muy a la costarricense porque es un firme defensor de la institucionalidad democrática.
Neoliberalismo está desgastado
Para Merino, el proyecto neoliberal se encuentra desgastado y va de retirada en las naciones del Tercer Mundo, como ha ocurrido en el resto de países de América Latina, donde la izquierda ha ganado el poder en naciones como Argentina, Chile, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Brasil y otras.
“Es evidente para nosotros que el ciclo neoliberal hace ya tiempo que estaba sufriendo un desgaste y síntomas claros de agotamiento. Precisamente para tratar de impedir que se cerrara el circulo y que los neoliberales se fueran para la casa, se montó todo esto de la reelección de Oscar Arias, con la esperanza que tenían que el pudiera introducir un nuevo aire”.
Merino reconoce que Arias logró dar un nuevo aire al modelo neoliberal, sobre todo con el apoyo incondicional de los grupos empresariales y los medios de comunicación, sobre todo el diario La Nación.
Sin embargo, señala que luego de aprobado el TLC la alianza de los neoliberales se comenzó a fracturar, en la lucha por el reparto de los negocios, y también porque el diario La Nación se percató que no podía seguir perdiendo credibilidad.
Merino indica que con tal de aprobar el TLC, La Nación se puso al servicio del gobierno de Oscar Arias, pero ello tuvo repercusiones muy negativas en su credibilidad en determinados sectores.
“La Nación se puso de una manera casi servil al servicio” del TLC, “abandonaron hasta el mínimo pudor. Y eso yo no se si les ha dañado comerciamentel, pero les ha dañado en donde más les duele, que es la pérdida de la autoridad entre muchos sectores de la sociedad costarricense”, afirma Merino, porque asegura que “enseñaron demasiado el plumero”.
Llama a Ottón Solís a impulsar la unidad
Merino manifiesta que de cara al 2010 los partidos políticos anti neoliberales deben unirse para ganar el gobierno, pero que deben entender que tienen que sumar a las organizaciones sociales y “a los ciudadanos de a pie sin organización, que son la mayoría”.
Según Merino, la minoría de los ciudadanos son los que integran los partidos políticos o las llamada organizaciones sociales, como sindicatos, grupos ecologistas, organizaciones comunales.
“Hay una minoría de ciudanos en los partidos. Pero también es minoría la gente que esta en organizaciones sociales. La gran mayoría es el ciudadano de a pie, que no está organizado, pero que tiene conciencia que pertenece a un colectivo que se llama por ejemplo movimiento patriótico contra el TLC, gente que tiene conciencia de que pertenecen a una colectividad, a una sociedad”, advierte Merino.
Pese a ello, cree que es posible ganar el gobierno en el 2010, y manifiesta que el jefe del Partido Acción Ciudadana, Ottón Solís, debe tener visión de gobierno, para sumar y no restar.
“Don Ottón y el PAC deberían tener una ambición política de ser gobierno, en tener una política inclusiva”, señala Merino, quien agrega que a la hora de sumar fuerzas hay que ver eso, la suma, y no a cuántos representa el que se sienta a la mesa.
“Porque estas sumas son complejas. Más que hacer aritmética se trata de hacer algebra, entonces es un poco más difícil y hay que tener más generosidad y visión, porque cuando unas elecciones pueden ser tan reñidas como las anteriores, que se pueden decidir por un uno por ciento, entonces ya el problema ya no es solo de lo que yo tengo, sino de lo que me falta. Y a lo mejor te puede faltar ese 0,5% que lo tiene alquien a quien yo menosprecie”, puntualiza Merino.
Entrevista con José Merino, diputado Frente Amplio
Don José, como ve el Frente Amplio estos dos años de gobierno de don Oscar Arias?
Es evidente para nosotros que el ciclo neoliberal hace ya tiempo que estaba sufriendo un desgaste y síntomas claros de agotamiento. Precisamente para tratar de impedir que se cerrara el circulo y que los neoliberales se fueran para la casa, se monto todo esto de la reelecición de Arias, con la esperanza que tenían de que él pudiera introducir un nuevo aire, a una situación que la tenían muy complicada.
Pero, han pasado dos años y medio y es evidente que el único proyecto claro que tenía este gobierno era la apertura y ruptura de los monopolios en manos del Estado y encontró en el TLC la posibilidad de amarrar las alianzas necesarias para romper con lo que no se había podido acabar: todo lo que quedaba de Estado social, la intervención del Estado en áreas estratégicas de la economía nacional.
Pero, es una situación paradójica la que vivimos hoy, porque ellos han tenido éxito. Aquí la paradoja es que también se puede morir de éxito, que precisamente en el momento que podría haber hasta mayor euforia, le revientan al gobierno bajo los pies todas las crisis: la crisis alimentaria, la crisis financiera, se le dispara la inflación , empiezan a llover denuncias incluso de su más sólido aliado, se le complica también, más allá de los plazos que se habían estimado, el tema de la ratificación del tratado, y el gobierno empieza a abandonar incluso ejes de su programa, que había considerado centrales, como el aumento del presupuesto en educación, el tema de la reforma tributaria y la modernización del Estado, la creación del Ministerio de la Producción y otros.
Entonces, digo paradójico porque se da todo esto en un momento donde el gobierno inicia ciertos cambios en políica internacional que no estaban dentro de la lógica del bloque de fuerzas que apoyó el TLC: relaciones con China, Petrocaribe, el acercamiento a Cuba, la crítica a Bush y cierto apoyo a Chávez.
Es una situación en donde se han movido cosas. Pero no cabe duda que hay situación de crisis y que se reflejo en ese estado de ánimo del presidente, de cansancio y casi de arrojar la toalla.
¿Era el TLC el único proyecto del gobierno, Arias anunció otras cosas en campaña?
Yo creo que dejar de lado lo que anunció en campaña, fue el costo que tuvo que pagar: renunciar a la reforma tributaria, a la reforma constitucional en temas como el agua que había dejado listo desde la anterior administración para proteger el agua. La reforma al presupuesto de la educación, que era tema central, y la restructuración de los ministerios vinculados a la producción. Fueron cosas vetadas por algunos de sus aliados en el TLC.
Acuerdese que tenían una alianza muy endeble, entonces tenían que hacer muchas concesiones.
Y cuando el gobierno ya podría haber tratado de retomar el camino, a mitad de gobierno, el gobierno se encontró con estas crisis, que dejan un gobierno en una situación precaria.
Mire que paradójico. El gobierno no puede ni recibir frutos de lo que creen que les daba la entrada en vigor del TLC, pero también donde se les han juntado otras situaciones que se la han puesto difícil al gobierno.
Además hay una situación internacional compleja. Incluso este intento de adelantar el ciclo electoral, en el que lamentablemente nos quieren empujar a todos, creo que es un intento de anticipación, de tirar la cosa para adelante para ver si pueden salir de este bloqueo.
Pero al gobierno no solo le interesaba el TLC, a ellos les interesaba hacer un buen gobierno para seguir en el poder….que le van ofrecer al electorado, un TLC que fue rechazado por la mitad de la población?
Pues sí, incluso tienen problemas con lo del candidato, ahora parece que están cambiando de candidato. Ahí se va a desatar una guerra interna, ahora sale el ministro de Hacienda, que dicen que parece que es lo más presentable que tiene el gobierno en este momento.
Claro que ellos necesitan la continuidad en el gobierno, porque el gobierno de Arias es un grupo de negocios. Si hay un gobierno que haya terminado de fusionar la política y los negocios, que ya se venía dando, ha sido este gobierno, que además ha tenido la mayor cantidad de poderes acumulados de las últimas décadas: en el Ejecutivo, en el Legislativo, en el Judicial, y también ha tenido el apoyo del sector financiero, en las cúpulas de las cámaras.
Pero este gobierno tiene un problema como empresa. Ha sido el gobierno de los empresarios, por los empresarios y para los empresarios. El problema que tiene es que los negocios no se van a poder realizar antes de que ellos salgan. Es muy difícil que se concrete el reparto del mercado de las telecomunicaciones, eso probablemente va a tardar más de un año. El mercado de los seguros también es un tema complejo; el cómo se van a materializar los cambios en propiedad intelectual en plazos cortos. Entonces, como grupo de negocios necesitan políticamente la continuidad, para ellos es muy importante que el gobierno no se les acabe, porque no se van a quedar a la puerta del horno sin poder comerse una buena parte del pastel.
Entonces si creo que es estratégico para ellos ganar las próximas elecciones. Usted ve al ministro de Haciendo diciendo: ‘yo tengo el apoyo de los Arias\\\’. Necesitan un candidato.
Usted habla que ellos ocupan seguir en el gobierno, pero que le van a ofrecer a la gente?
Bueno, el problema es que este es un gobierno de promesas rotas, porque vamos a tener este año un retroceso muy grave. La pobreza no solo volverá al 20%, sino que crecerá más, si no manipulan las estadísticas. El crecimiento de la desigualdad sigue. La gente no llega a fin de mes, la inflación probablemente va a terminar ahí por el 18%, y no sabemos si además habrá una brusca devaluación del colón ante la crisis internacional. A le mejor aquellos que no quieren recordar a Carazo, quizás vayan a tener que recordarlo.
Entonces si es cierto que se quedan promesas rotas y la pregunta es con qué van a ir a dar la cara al electorado, con la aprobación del TLC. Y la gente va a decir y eso qué, si hoy estoy peor.
Hay incertidumbre incluso en los sectores empresariales, que exigen al gobierno claridad.
Entonces, la tienen muy difícil. Además, nosotros estamos mirando con lupa algunas actividades del gobierno con las que simpatizamos. Nosotros no quisiéramos, por ejemplo, que el gobierno llegara a utilizar dineros de Petrocaribe para utilizarlo como parte de la campaña electoral en el último año. Hay que ver el presupuesto del próximo año con lupa, sobre cómo lo van a financiar, que no sea para hacer campaña.
Creo que puede haber una estrategia, y quizás por eso ahora quieren meter a este señor de candidato, para hacer una campaña similar a la del TLC, de salir a comprar votos.
El problema de ellos será que llegarán con una crisis de credibilidad, porque no han cumplido. Uno siente el bajonazo de gobierno en la calle, cuando deberían estar en la gloria.
Ahora bien, la política es de correlaciones de fuerza, y si no hay otra fuerza que intervenga en la arena política con fuerza, no se dará esa erosión política de la derecha tan automáticamente. Tiene que haber fuerzas opositoras que hagan surgir la necesidad de la alternativa. Hay que derrrotar la continuidad de los Arias y su grupo de negocios en el poder, porque no hay ningún otro partido del ‘establemiento\\\’ neoliberal que parezca que en estos momentos pueda llegar el espacio.
Lo tenemos que llenar nosotros, las fuerzas anti neoliberales, el problema es si vamos a estar comprendiendo esto y vamos a estar en condiciones de impedir que se de esa continuidad.
Antes de ir al punto de las fuerzas anti neoliberales. Que paso con el bloque pro TLC, porque hoy el principal aliado del gobierno, el Grupo Nacion, pareciera darle la espalda al gobierno?
Yo creo que el TLC como proyecto supra nacional era demasiado fuerte y cementó ese bloque casi sin fisuras. Pero lo hicieron también a un precio muy alto, de perdida de credibilidad por parte del Grupo Nación. Pienso que ellos tuvieron que recurrir a un plan delictivo, que hoy lo conocemos, y que ha dejado heridas grandes, profundas, que difícilmente van a cicatrizar en la sociedad. Esto es muy importante para la lucha que está planteada, que no es una lucha de resistencia, es una lucha por la hegemonía. Desde hace muchos años no había una situación donde sectores anti neoliberales estamos disputándole la hegemonía a los neoliberales, por ganar el corazón y el apoyo de la gente. Y yo creo que el periódico La Nación, que además de ser una poderosa empresa comercial, es un partido político. Ha actuado en este país, incluso en momentos de crisis del bloque oligárquico, como una especie de estado mayor, que ha sido capaz de ver lo que incluso partidos políticos dominantes no han visto. Hay que reconocer que ha sido un periódico que ha vertebrado una dominación en este país en muchos aspectos. Y que lo ha hecho porque ha tenido la capacidad de orientar, ha tenido credibilidad en un amplio espectro de sectores económicos, sociales, incluso de sectores populares. Y ellos, como enseñaron el plumero demasiado. Se pusieron de una manera casi servil al servicio de este plan delictivo, abandonaron hasta el mínimo pudor. Y eso yo no se si les ha dañado comercial, pero les ha dañado en donde más les duele, que es la pérdida de la autoridad entre muchos sectores de la sociedad costarricense.
Para mi, esto no podemos menospreciarlo, los periódicos sirven para eso. Entonces ahí hay una veta, no si ellos están yendo más allá de donde se lo plantearon originalmente y ahora se están devolviendo. Pero yo creo que ellos tenían una necesidad urgente de recuperación de credibilidad, apartándose, distanciándose, tomando alguna distancia del gobierno.
Si tuviéramos una visión simplista del papel de La Nación estaríamos absolutamente desconcertados, como desgraciadamente le pasa a alguna gente.
Pero, ese es un tema, pero también hay que tomar en cuenta los diferentes grupos accionistas de La Nación, y sabemos más o menos dónde tienen implantados sus intereses, y efectivamente hay una rivalidad con el grupo de los Arias, con el brazo financiero del grupo de los Arias, con la expansión del grupo de los Arias cada vez a más actividades empresariales, a más vínculos hacia fuera con las oligarquías. Pero La Nación tiene vínculos también con esas oligarquías en el caso por ejemplo de las telecomunicaciones, y ahí hay conflicto porque Arias menciono a Telefónica en España, no fue por casualidad. Y parece que le reclamaron los compromisos que ya habría acordado con el grupo de Slim. Telefónica tuvo aquí contactos con el grupo La Nación. Entonces ahí hay un mar de fondo, en ese pulso. Como lo hay en la relación con China y en el tema de seguros.
Usted habla de una lucha por la hegemonía, pero como ve el 2010, lo que ud denomina el bloque oligárquico se ha resquebrajado, pero pareciera que lo mismo ocurre en la acera de enfrente…
También, no cabe duda que el estado de fragmentación y atomización también se produce al otro lado, nos afecta a nosotros. Ellos tienen menos problemas, la oligarquía para ponerse de acuerdo que nosotros. Entonces tenemos hoy, después del logro que tuvimos con la enorme unidad en la diversidad frente al TLC, que lo electoral de momento nos divide.
Lo que hay que ver es como convertir lo electoral en un momento de recuperación no de nueva fragmentación. El No tiene una representación política muy plural, no necesariamente partidaria.
Además el mismo Código Electoral, las reglas del juego, pueden atentar contra la unidad del movimiento patriótico. Pero hay un gran clamor de la gente que quiere ver todas las fuerzas unidas. Hay desde las bases un sentimiento y presión fuerte por la unidad.
Incluso la gente amenaza de que si no logramos un acuerdo, podría dispararse el abstencionismo, al verse defraudados. Yo creo que existen, como decíamos antes, las condiciones objetivas y subjetivas, para lograr esa unidad, que no es una quimera, que existen las condiciones.
Las condiciones están dadas para que un bloque de fuerzas patrióticas, progresistas, de signo no liberal, llegue al gobierno en el 2010. Es una oportunidad de oro lo que tenemos.
¿Cómo ve usted esas fuerzas anti neoliberales, están agrupadas en partidos? Son el PAC, el Frente Amplio, el PASE…?
Yo creo que hay un sector, numéricamente minoritario, que está en los partidos, en el PAC, el mayor partido de oposición, otra en el FA, otro con el movimiento de don Rolando Araya, en el PASE y en otros, pero eso es muy pequeño. Y esto no es ningún descubrimiento. La llamada crisis de los partidos políticos en cuanto a militancia y membresía es real. Incluso los partidos políticos más grandes a veces no pueden ni hacer quórum para hacer una asamblea nacional. El problema es que la gente solo puede participar electoralmente a través de los partidos políticos, y eso crea una gran distorsión.
Incluso algunos partidos ven con preocupación que la gente ingrese, porque eso podría poner en riesgo algunas candidaturas. Y esa es la verdad. Entonces hay una minoría en los partidos. Pero también es minoría la gente que esta en organizaciones sociales. La gran mayoría es el ciudadano de a pie, que no está organizado, pero que tiene conciencia que pertenece a un colectivo que se llama por ejemplo movimiento patriótico contra el TLC, gente que tiene conciencia de que pertenecen a una colectividad, a una sociedad.
El tema es cómo conjuntamos a las fuerzas políticas organizadas, las fuerzas sociales (sindicatos, organizaciones comunales, grupos ecologistas, etc) y el ciudadano que está ahí, sin una organización formal.
Ahora bien, eso implica un desafío muy serio, que es el de luchar por tomar el gobierno. Y para eso hay que tener un programa, pero el programa no puede ser un fetiche, no se trata de un libro. Se trata de puntos importantes pero específicos en el que todos nos comprometamos. Luego están las ideas. Las ideas las tenemos. Y finalmente está lo más difícil, como eso se agrupa en una organización que pueda resolver con fuerza una participación electoral exitosa. Y ahí es donde están los mayores problemas. (definir el candidato, las cuotas de poder o representación, etc).
Pero, es claro que necesitamos liderazgos, personalidades que encarnen aspiraciones, que tengan credibilidad. Es un laboratorio complejo, pero creo que si hay voluntad, es posible.
Y hay que tomar en cuenta que las posibilidades y oportunidades no son acumulativas. Hoy existe una coyuntura, que da posibilidades grandes a los grupos antineoliberales de ganar el gobierno, que mañana puede desaparecer.
Por eso yo me siento muy ilusionado hoy, pero también muy angustiado. Muy angustiado porque se que todo esto puede pasar si no lo sabemos aprovechar.
Las elecciones son mañana, son cercanas, ya empezó esa alianza esa convergencia, y quienes son los lideres, es usted, es don Ottón, quienes son?
Bueno, ahora se quiere hacer algo el 25 de octubre, una gran actividad representativa de los diversos sectores, donde se va a hacer una propuesta política, tanto de coincidencias programáticas como de acuerdos políticos. Ahí he visto a don Eugenio Trejos, comités patrióticos…
También habemos partidos inscribiéndonos. El FA a nivel nacional, el PAC renovándose…entonces yo creo que no nos sobra el tiempo, pero si hay tiempo. Nosotros queremos la coalición y que estamos dispuestos a firmar compromiso de honor.
La coalición es entre partidos, pero si hay voluntad la creatividad puede aportar mucho, en cómo incorporar a los grupos sociales, a los comités, etc.
Ese es el reto. Yo lo que no puedo aceptar es que sociedades que tienen menos historia y experiencia democrática lo hayan logrado, y que en este país no. Pero creo que vamos hacia eso.
Tendremos que sentarnos don Ottón, don Eugenio, Rolando Araya, y otros, sin exclusión a discutir. Eso es posible. Nadie esta planteando la toma del Palacio de Invierno, pero tampoco se trata de que alguien venga a plantear que aquí lo que se trata es de gestionar solo con un poquito más de decencia la misma política de los neoliberales. Tiene que haber un cambio.
Yo se que aquí la gente es un poco alérgica al uso de categorías políticas, pero en este país se tiene que dar un giro a la izquierda. Porque si no, como no usamos las categorías políticas, que se usan en todo el planeta, entonces todo el mundo en Costa Rica se dice que es de centro. Nadie es de derecha ni de izquierda. Hay un centro sin fronteras, todo el mundo en el centro, hay un revoltijo. Hasta don Rafael Angel, en la entrevista que ustedes le hicieron, se quiere ubicar en la izquierda…, lo cual no me parece mal porque demuestra hacia dónde va el péndulo. Porque la izquierda hoy es algo prestigioso. Y también hay que hablarle claro al país. El país necesita un giro a la izquierda, o al centro izquierda, yo no se, pero es un giro.
Se necesita un gobierno de reformismo fuerte, no hablo de gobierno revolucionario. Eso es un giro a la izquierda en Costa Rica.
Ud hablaba de la representación, de que el PAC tiene 16 diputados, el FA tiene uno, y otros no tienen nada. Cómo sentar, por ejemplo, a don Ottón Solís con otros líderes políticos que representan casi nada…
Bueno, don Ottón y el PAC deberían tener una ambición política de ser gobierno, o fuerza de gobierno, en reunir y permitir que en un diálogo no medir aritméticamente a la gente que se siente ahí. Se trata de tener una política inclusiva. No tener ni el mal gusto de contar. Porque estas sumas son completas. Más que hacer aritmética se trata de hacer algebra, entonces es un poco más difícil y hay que tener más generosidad y visión, porque cuando unas elecciones pueden ser tan reñidas como las anteriores, que se pueden decidir por un uno por ciento, entonces ya el problema ya no es solo de lo que yo tengo, sino de lo que me falta. Y a lo mejor te puede falta ese 0,5% que lo menospreciaste. Eso se llama crear una cultura de la inclusión, que aquí no existe. Los que hablan de la unidad a veces son los que vuelan garrote a diestra y siniestra, hay mucho juego sucio abajo, lamentablemente…
Pero, bueno, aquí se tienen que medir también los liderazgos.
Hay que presionar por la unidad. Hay que buscar la unidad, la coalición. Coalición no es disolución es unidad de fuerzas.
Usted ha hablado con don Ottón
Hace mucho que no hablamos. Creo que desde antes del 7 de octubre, pero no por ninguna situación. Pero he hablado con mucha gente del PAC, en el Congreso hay 16 del PAC. Entiendo que esta receptivo y que quiere explorar posibilidades de unidad, entiendo que muchos del PAC en disposición de unidad, otros no, es lógico. Pero obviamente yo abierto a conversar con don Ottón. Pero hay líneas de comunicación intensas en el parlamento. Creo que esto lo podemos empujar bien. Las condiciones para una coalición están maduras…
Fuente: Informa-Tico, 22 de setiembre de 2008