Jonathan Acuña Soto
-Grupo de Economistas del Frente Amplio-
El señor Diego Salto (El Financiero, edición digital, revisado el 16/01/2014) se propone revisar con “detenimiento los programas de gobierno de los cinco partidos con mayor intención de voto” centrando su atención en el tema fiscal. El objetivo, parece en principio, se basa en el afán del articulista por ofrecer más herramientas a los ciudadanos para sustentar su decisión electoral. Un objetivo loable, pero que se desvanece pronto, en el instante en que el lector mira el abismo que se extiende entre el objetivo señalado y el título elegido para el texto. Dice el articulista, en sus primeros párrafos, que su objetivo, ya dijimos, es el análisis de cinco programas de gobierno. Pero se reduce el título a declarar de “nefasta” la propuesta del Frente Amplio.
A este abismo tan indicativo se suma otro hecho en la estructura del artículo en cuestión: solo su primera mitad se dedica al análisis comparativo de los programas de los cinco partidos seleccionados, pues la segunda mitad se centra exclusivamente en la propuesta frenteamplista. Estas disonancias, entre objetivos, título y estructura del artículo ya nos son conocidas. Forman parte una estrategia comunicativa que intenta hacer pasar por analítica lo que no es sino una posición intransigente, basada menos en el análisis que en el prejuicio. La izquierda se ha renovado, pero sus adversarios insisten en una táctica que no se corresponde con los tiempos.
Pero más allá de la obviedad que enmascara esta forma de presentar sus argumentos, la falencia central del artículo es su lectura equivocada de las propuestas frenteamplistas. Equívocos que van desde presentar las propuestas cortadas, hasta afirmaciones que son opuestas explícitamente al programa frenteamplista.
El primer equívoco del articulista se mira cuando afirma que “el FA quiere aumentar toda la carga tributaria y eliminar todas las exenciones”. La afirmación es equivocada conceptualmente y falsa en lo que respecta su correspondencia con la propuesta del FA. Equivocada conceptualmente, pues estrictamente no existe algo como “aumentar toda la carga tributaria”. La carga tributaria es la relación entre los ingresos del sistema tributario y el PIB del país. Esa relación aumenta o disminuye. Pero no aumenta en partes, o en su totalidad. Supongo, el articulista quiso referir más bien a lo que corresponde con una afirmación falsa: que el FA pretende aumentar los porcentajes de todos los tipos de impuestos. Falso, pues si se mira, el programa del FA afirma que propone pasar del IV al IVA, sin aumentarlo más allá del 13% (p. 11). Y falso, pues la afirmación no encuentra asidero en ninguna de las líneas del programa citado.
Pero además, es falso que el FA pretenda eliminar todas las exenciones. ¿Dónde encuentra asidero la afirmación? Dice el programa del FA: “Las exenciones indebidas deben desaparecer” (p. 110). “Indebidas”, sin duda, no es sinónimo de “todas”. Entonces, ¿quiere el FA eliminar todas las exenciones?, ¿afirma eso su programa?
Segundo equívoco. Dice el Sr. Salto, que el FA propone “una ampliación de la base en el IVA”. Lo problemático acá es que el programa frenteamplista explícitamente señala que el IVA “no ascendería más del 13% actual ni se ampliaría la base a lo que son bienes de la canasta básica ni servicios tales como a educación, la salud o los seguros sociales” (p. 11). ¿Tiene sustento la afirmación del articulista?
Tercer equívoco. Según afirma el articulista, los certificados de avalúo, que permitirían asegurar que los traspasos de inmuebles tributen de manera congruente con sus valores reales, en la propuesta frenteamplista, serían emitidos por la Administración Tributaria. No obstante se lee con claridad, en el programa del FA: “que cada vez que se oficialice una traspaso de propiedad ante un notario público, el inmueble debe contar con un certificado de avalúo del valor fiscal por parte de la municipalidad correspondiente, y así las escrituras contemplen el verdadero valor fiscal y se paguen los impuestos de traspaso correspondientes y reales en relación con el valor fiscal”. ¿De dónde surge entonces la idea de que tales certificados serán emitidos por la Administración Tributaria?
Más adelante un cuarto equívoco. Allí donde se afirma que el FA propone aumentar los tributos a los proyectos turísticos de Papagayo y a las Zonas Francas. Respecto a Papagayo la propuesta concreta en el programa del FA consiste en la revaloración y redefinición de los cánones pagados por los concesionarios de los grandes proyectos turísticos, en correspondencia con los valores reales de mercado de los beneficios obtenidos por la concesión. No se propone el aumento por el aumento. Se propone que el aumento sea en tanto corresponda con una mayor justicia tributaria. Además, no hay ninguna referencia en el programa frenteamplista a una supuesta “afectación” a los regímenes de zonas francas. De nuevo, una afirmación sin justificación.
Quinto. Sobre el velo corporativo. De nuevo el Sr. Salto mutila la propuesta frenteamplista, como forma de presentación. Dice la propuesta original del FA, en su programa: “seguiremos impulsando el proyecto de ley para regular el levantamiento del velo de las sociedades mercantiles cuando son utilizadas con fines contrarios a la ley” (p. 110). ¿Por qué omitir la última parte de la propuesta? Quizá porque se quiere omitir que el levantamiento del velo corporativo solo puede darse en caso de que un juez de la república lo ordene, con sustento suficiente, por supuesto. No hay nada de arbitrario en la propuesta. Ya antes, la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, en el voto No. 76-1991, hizo referencia a la posibilidad de desestimar formas jurídicas adoptadas por los contribuyentes cuando menoscaben la recaudación estimada, señalando por sustento el principio de realidad económica establecido en el artículo 8 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios. Ni arbitrariedad ni lesión de los derechos de los contribuyentes.
Hay otros lugares comunes en el artículo: las referencias obligatorias al “resentimiento” de los frenteamplistas (una forma peyorativa de traducir “indignación”, ¿y cómo nos piden no estar indignados?), a la supuesta aversión a la iniciativa privada del FA (de nuevo, sin asidero que justifique la afirmación), y lo ideológico de la propuesta (aquí se presupone que la coherencia ideológica no puede acompañarse de capacidad de diálogo). Esos lugares comunes ya han sido aclarados varias veces por el FA.
Así, para finalizar, quisiera solo anotar la naturaleza de estas notas. En el FA no esperamos un acuerdo total de todos los sectores en lo referente a nuestras propuestas. Esperamos disensos, y en esto descansa el realismo en democracia. Disensos que nos conduzcan a los necesarios diálogos. Buscamos discutir y dialogar. Pero el diálogo no puede fundarse en equívocos y lugares comunes. Se comprende, en este caso, que el articulista tenga una posición distante respecto a la propuesta frenteamplista en el tema fiscal. Lo que no es aceptable es que su posición tenga por argumentos equívocos, lugares comunes y recortes de nuestras propuestas.