Admiración y respeto por las víctimas de los abusos del sacerdote Mauricio Víquez, quienes no sólo tuvieron la valentía de denunciarlo sino que partieron a buscarlo a México donde residía como prófugo de la justicia, y dónde seguramente al estilo Figueres pretendía que prescribiera el caso, quería darle “tiempo al tiempo”.
Su fuga y sus delitos sólo fueron posibles por la complicidad de poderes políticos, religiosos y de los medios de comunicación que lo alentaron y lo encubrieron por años.
El señor Víquez ha sido vocero y activista de políticas ultra conservadoras, que en una supuesta “cruzada pro vida” dictan desde diferentes espacios y podios (curules, programas televisivos o de radio, ministerios, púlpitos, etc) una cultura del irrespeto a los derechos humanos, la perpetuación del machismo y el patriarcado, el control del cuerpo de las mujeres y el discurso del odio hacía la diversidad sexual. Todo en nombre de la fe y casi siempre aprovechándose de la pobreza de la población. Así han escalado, así han abusado y así llenan de odio cada vez que les ponen un micrófono al frente.
En la foto podemos ver al prófugo de la justicia junto a los ex diputados y ex candidatos a la presidencia, Fabricio Alvarado y Mario Redondo, y la ex diputada Alexandra Loría Beeche manifestándose en contra de la Fecundación in Vitro