La Comisión de Economistas del Frente Amplio.
La Comisión de Economistas del Frente Amplio ha considerado oportuno elaborar un planteamiento con relación a la producción y suministro de arroz en el mercado nacional.
Consideramos que después de más de 30 años de apertura comercial con índices de apertura entre los más altos de América Latina, el estado costarricense debe volver los ojos hacia los empresarios que producen para el mercado interno, especialmente en este momento de penuria económica. Y, en particular, hacia los pequeños y medianos productores del agro nacional.
No debemos pasar por alto la complejidad del proceso de globalización en este momento, con la creciente disputa comercial entre los EE.UU. y China, que pone en peligro la estabilidad del comercio internacional y, por tanto, la necesidad estratégica de garantizar la seguridad alimentaria de las familias costarricenses, con producción cultivada en suelo nacional.
Es nuestra orientación económica reconocer que el bienestar de los consumidores no sólo se alcanza con bajos precios como los que pueden encontrarse en algunos momentos en el mercado internacional; en este caso en el mercado internacional del arroz. El bienestar del consumidor, el bienestar de las consumidoras, constituye un conjunto de condiciones que tienen que ver con la calidad del producto, con la debida regulación para el uso de pesticidas, con el respeto de los derechos laborales, con el cuido del medio ambiente, con la seguridad y oportunidad del abastecimiento, etc., y no sólo con un precio más bajo.
El argumento de que la economía gana cuando se compra y se vende a precios más bajos es meramente aparente, porque no considera todas las circunstancias que constituyen el bienestar en los pueblos.
Llama la atención por otra parte, que un grupo de conocidos economistas, con distintas orientaciones políticas –pero aparentemente bajo una sola perspectiva económica—no haya propuesto en su declaración sobre este tema de la producción arrocera nacional, la importancia de considerar para esas más de 460 familias que viven de la siembra y cosecha del arroz, la opción de la cooperativización, perfectamente viable en nuestro ordenamiento legas e institucional. Mientras en la producción cafetalera podemos encontrar experiencias altamente satisfactorias de cooperativas exitosas, vemos que esta situación con la producción arrocera ofrece una oportunidad para desarrollar con apoyo estatal un sector cooperativo de familias productoras arroceras.
El aparato institucional del país tiene el músculo suficiente para apoyar en sus primeros pasos la cooperativización de esos pequeños y medianos agricultores y así garantizar no sólo su permanencia como agricultores sino su permanencia en sus tierras; que evite la ya creciente concentración de éstas entre grandes latifundistas.
Nuestra propuesta consiste en una paulatina y consensuada reducción de los aranceles hasta alcanzar cuotas razonables, así como una paulatina reducción del precio mínimo en un plazo prudente, por medio de mesas de trabajo entre el MAG y los representantes de los consumidores y de los productores; apoyo al proceso de cooperativización y desarrollo por parte del INFOCOOP, la Banca para el Desarrollo, el Instituto de Desarrollo Agrario y el Consejo Nacional de la Producción.
Estamos convencidos que es posible crear un sector arrocero cooperativizado con pequeños y medianos productores que además de servir de protección contra el proceso de concentración de la tierra y la producción por las grandes empresas arroceras, pueda también tener mayor poder de negociación ante los industriales del arroz.