- El Plenario Legislativo aprobó el martes 26 de Abril 2016, en votación solemne la declaratoria de Benemérita de la Patria para María Isabel Carvajal nuestra querida Carmen Lyra
CARMEN LYRA ES MÁS QUE UNA ESCRITORA
Si bien Carmen Lyra, ha sido, hasta ahora, considerada exclusivamente por su obra literaria infantil, y en menor grado por su aporte a la educación prescolar, se ha silenciado su aporte e importancia en la lucha por la participación política femenina en Costa Rica.
Su misma obra literaria refleja un conjunto de valores, construidos y apropiados como guía para su vida, que deben referenciarse también en todas las esferas de su actividad política. La solidaridad, consciente que poseía y practicaba se reflejó en sus luchas políticas en su aporte en un momento trascendental de la historia nacional.
En una Costa Rica en la que la mujer no contaba con derecho al voto, ella se involucra como dirigente política en espacios que eran desconocidos, pero a la vez necesarios, en Costa Rica. Su primera experiencia fue con la Liga Cívica, en la que junto con Omar Dengo, Rómulo Tovar y José María Zeledón, apoyan luchas como lo era la nacionalización del servicio eléctrico. Esta sola reinvindicación demuestra lo visionario de su pensamiento, y coincide con la visión que inspira la creación del Instituto Costarricense de Electricidad en los años 50.
Carmen Lyra no fue sólo una intelectual de cafetín. Como lo demostró en 1919, al marchar junto al pueblo en una demostración de resistencia ante la dictadura de los Tinoco. Su papel de organizadora y dirigente en esta lucha no ha sido lo suficientemente reconocida, cosa que como ya se mencionó, fue lo opuesto cuando el gobierno de Julio Acosta le concede una beca de estudios en Europa.
Formando parte de una generación que comprende que Costa Rica debía ingresar a la modernidad y además de nutrirse de las nuevas ideas políticas que comenzaban a cristalizar en el mundo. Comienza a estudiar y se adhiere a las ideas reformnistas latinoamericanas en boga en ese momento, especialmente, del aprismo y en ellas encuentra el asidero para su convicción de profundo nacionalismo, centrado en el anti imperialismo.
Esta búsqueda de modernidad no implicaba, en el caso de Lyra, devincularse de lo nacional. En su caso, encuentra elementos nuevos y frescos para poder profundizar su análisis de la realidad nacional desde una perspectiva crítica.
Junto con personalidades como Omar Dengo, Manuel Zeledón y Joaquín García Monge, el modernismo es “…profundamente irreverente dentro de la sociedad oligárquico-liberal.”[1]
Su vinculación como dirigente del Partido Comunista, desde el momento mismo de su fundación. Carmen Lyra es “…la primera mujer que figura políticamente en Costa Rica; es aquí donde se afirman sus convicciones políticas y su oratoria contra las dictaduras y el sistema imperante en la época.”[2]
Es en este espacio político que el aporte de Carmen Lyra es tan importante como el de otros actores políticos de la época. Durante la huelga bananera de 1934, hito en la lucha por la legislación laboral nacional, se desplaza a la zona bananera y apoya decididamente con su presencia a estos trabajadores que luchaban por mejorar sus condiciones de vida. De esta experiencia surge su novela “Bananos y hombres”. En los años cuarenta, junto con Manuel Mora Valverde y otros dirigentes comunistas, se involucra en la difusión de la reforma social entre los trabajadores, tanto en mitines como a través de artículos periodísticos, y la organización de estos para impulsarlas y defenderlas.
La militancia política de Carmen Lyra, el desenlace del conflicto armado de 1948 que obliga a su exilio por su militancia política y las circunstancias que rodean su muerte provocan un período de silenciamiento de su obra y su vida. La represión y la marginalización de la vida política que sufren los militantes comunistas.