¿Qué pasó con la parte pública de la deuda de Yanber, tras la “quiebra”? ¿Quién rinde cuentas por el posible destino de esos recursos ante los costarricenses?
”En Marzo de éste año, presenté a la Comisión de Ingreso y Gasto público una moción para que se investigara las condiciones, garantías y criterios bajo los cuales los Bancos del Estado aprobaron préstamos por más de 37 millones de dólares a la empresa Yamber. En ésos momentos estábamos alarmados por lo que a todas luces parece un tráfico de influencias políticas para pagar favores empresariales, dadas las cercanas relaciones de los propietarios de Yamber con altos dirigentes del PLN.
Hoy nuestra alarma es mayor ante el escándalo internacional de los llamados Papeles de Panamá, que han puesto al descubierto la existencia de fraudes tributarios de una élite político – económica vinculada a los partidos políticos que han dirigido los destinos de nuestro país en las últimas décadas”.
De acuerdo con un informe dado a conocer esta mañana, la empresa Yanber trianguló mediante una sociedad en Panamá una serie de ventas ficticias con la finalidad de maquillar sus estados financieros (La Extra, 17/8/2016). Se trata de la sociedad Interplastic Industries Corp., creada entre otras cosas con el objeto de realizar las compras a los proveedores de las materias primas de Yanber. Desde dicha sociedad, Yanber habría generado compras por hasta 23 millones de dólares entre 2010 y 2014, y que posteriormente fueron “restituidos” por Yanber a dicha empresa fantasma.
“Los auditores hablan de un probable “fraude financiero”, que habría tenido repercusiones fuertes en los activos de la empresa, las cuentas por cobrar, activos, inventarios y flujo en efectivo”, señala la nota. “Asimismo, establece que se habrían facturado ventas ficticias que hacían pasar por resultados negativos cuando en realidad eran positivos”.
Para ese mismo momento, como es conocido, Yanber se encontraba gestionando a través de la banca una serie de créditos por cerca de 56 millones de dólares, y que fueron aprobados (La Nación, 30/3/2016). Treinta y siete de ellos con bancos públicos
Dichos créditos fueron otorgados a Yanber a muy escasos meses de declararse ésta en “quiebra”, en mayo 2015, argumentando tener problemas de “liquidez” y de “competitividad”. ¿Cómo termina una empresa con la solvencia financiera suficiente para “capitalizar” a una sociedad domiciliada en Panamá mediante la cual hace compras a proveedores, termina teniendo problemas de “liquidez” y de “competitividad”?
La parte privada de los acreedores de Yanber y algunos de sus proveedores se hicieron de la empresa tras la declaratoria de “quiebra”. Administran conjuntamente un fideicomiso, del cual se (auto) excluyeron los bancos públicos. El fideicomiso es presidido por el empresario Francis Durman, quien es uno de los hombres más ricos de Centroamérica -según la Revista Forbes- y que impulsa un ambicioso plan de relanzamiento de Yanber.
¿Qué pasó con la parte pública de la deuda de Yanber, tras la “quiebra”? De ser así, ¿existe alguna clase de garantía para que los recursos domiciliados en Panamá a través de esa sociedad, no terminen engrosando las arcas del fideicomiso mediante el cual Francis Durman pretende ahora resucitar a Yanber? ¿Quién rinde cuentas por el posible destino de esos recursos ante los costarricenses?