En sesión del martes 08 de febrero, la Comisión Política del Frente Amplio realizó el primer balance post electoral, con el objetivo de trazar una primera hoja de ruta que irá de la mano de cantones, provincias y demás órganos partidarios; pueda integrar impresiones, observaciones y críticas constructivas sobre el pasado proceso electoral.
La definición de encuentros para balances guiados por una metodología que se ofrecerá prontamente, constituye un esfuerzo necesario que debe animarse desde ejecutivos cantonales y provinciales. Toda la militancia debe ser partícipe de este proceso de intercambio.
Agradecemos enormemente el cariño, el trabajo y el esfuerzo realizado durante los últimos meses y semanas, sabiendo que toda la dedicación y empeño han sido genuinos en pro de la transformación de nuestras comunidades y del país.
En los días siguientes, la Comisión Política continuará realizando el ejercicio de análisis, considerando el escenario para esta segunda ronda. En ese sentido, el Frente Amplio reafirma su vocación de diálogo y de encuentro con todos los sectores, movimientos y agrupaciones que deseen construir una mejor Costa Rica.
Manifestamos nuestro apego a los principios de combate contra la corrupción y saqueo de las instituciones, contra la violencia machista y patriarcal expresada en el acoso sexual y todo tipo de violencia hacia las mujeres. Nos hallamos en un proceso de análisis, que de manera sopesada y pensada, se hará escuchando ampliamente las voces de nuestros votantes en primera ronda.
Agradecemos al pueblo costarricense la confianza depositada, sabiendo que la nueva fracción frenteamplista representará los intereses de la gente trabajadora, personas jóvenes, de las disidencias sexuales, por el ambiente, personas trabajadoras informales, los sectores explotados, el campesinado y personas pescadoras. Sectores que viven sin garantías, sin derecho a una pensión, personas sin vivienda, a quiénes sufren persecución laboral y no pueden sindicalizarse, o defender sus derechos y por una patria sin pobreza ni desigualdades