El Partido Frente Amplio deplora y condena la decisión del Ministerio Público de proceder con la desestimación y archivo fiscal del caso de asesinato contra nuestro compañero Sergio Rojas Ortiz, líder indígena por la recuperación de tierras que fue brutalmente acribillado el 18 de marzo de 2019 en su casa de habitación, en el territorio indígena de Salitre al sur del país.
El asesinato fue consecuencia de la acción decidida del compañero Sergio Rojas por la recuperación de tierras ancestrales que se hallan dentro de territorios indígenas legalmente constituidos y al amparo de convenios internacionales suscritos por Costa Rica, como el 169 de la Organización Internacional del Trabajo. En ese sentido, la recuperación de fincas que se hallan concentradas en unas pocas manos de personas no indígenas es un acto legítimo de los pueblos originarios históricamente marginados y excluidos.
La decisión del Ministerio Público, lamentablemente, envía una señal muy clara de impunidad a favor de quienes aún continúan asediando y amedrentando a poblaciones indígenas de Costa Rica que luchan por sus tierras, recursos y el derecho a vivir conforme a sus tradiciones, costumbres y visiones del mundo. Peor aún, cuando incluso pesa sobre el Estado costarricense la incompetencia de no haber cumplido a tiempo la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de brindar protección y seguridad a la población indígena bribri del sur del país, orden dictada desde abril de 2015. Las amenazas de muerte y los recurrentes actos de intimidación no parecieron importar a las autoridades correspondientes, quienes ahora desestiman el caso de homicidio.
A esta condena añadimos nuestro repudio contra el eventual desalojo de 16 familias indígenas cabécares de su propio territorio, en China Kichá también al sur de nuestro país, por orden de un Tribunal Judicial. En la misma semana que se comunica de la desestimación del caso por el asesinato de nuestro compañero Sergio Rojas, se hace de conocimiento público la ya mencionada orden de desalojo en un contexto de crisis sanitaria y económica. De esta forma, se evidencia la carga racista y colonial que configura el Estado costarricense, que mantiene estructuras de desigualdad y desprecio por los pueblos originarios del país.
Exhortamos a movimientos sociales, políticos, estudiantiles y ambientalistas a sumarse a las denuncias que exigen que no haya impunidad ante el asesinato del compañero Sergio Rojas, ni ante el asesinato del compañero Jhery Rivera, líderes indígenas que luchaban por un mundo justo, ecológicamente sustentable y en paz. Invitamos a organizaciones internacionales de derechos humanos a exigir justicia y transparencia por el asesinato de Sergio Rojas.
¡Sergio Rojas Vive! ¡Jhery Rivera Vive! ¡No más impunidad!