- No existen razones para conferir preferencia al uso del apellido del hombre sobre el de la mujer
- España, Suecia e Italia, entre otros países tienen legislaciones de este tipo
Haciendo uso de su autonomía y del principio de igualdad, las parejas costarricenses podrían decidir el apellido que llevan primero sus descendientes, si el del padre o el de la madre. Esto sería posible de aprobarse el proyecto “Ley de igualdad en la inscripción de los apellidos” presentado esta semana por la legisladora frenteamplista Patricia Mora Castellanos.
El proyecto establece una reglamentación igualitaria en la asignación de apellidos a los hijos e hijas, quienes llevarán el primer apellido del padre y el primer apellido de la madre, en el orden que éstos decidan. En caso de que no exista acuerdo entre ambos, se ordenarán los apellidos priorizando el de la madre, evitando que los progenitores deban acudir a instancias judiciales para resolver controversias. De igual manera, la ley establece que para facilitar la identificación del grupo familiar, el orden de apellidos que se dé al hijo o hija mayor, determinará el que llevarán los posteriores.
“Todos los instrumentos de derechos humanos establecen que los hombres y las mujeres son iguales ante la Ley, así que no hay razones que sostengan que indefectiblemente debe ser primero el apellido paterno”, mencionó la diputada Patricia Mora. Mora recordó también los casos de personas que han crecido con el apellido de la madre y deben renunciar a llevarlo de primero cuando el padre los reconoce legalmente.
Con este proyecto de Ley se pretende que Costa Rica avance con los compromisos adquiridos en el marco de los Derechos Humanos, en materia de procurar la igualdad legal de las personas y erradicar roles estereotipados de género, que otorgan a las mujeres un papel subordinado al hombre, “jefe de familia”.
“Se trata de contar con un régimen de asignación de apellidos más equitativo y respetuoso del principio de igualdad entre hombres y mujeres. Sabemos que esto no es suficiente para erradicar las prácticas discriminatorias contra las mujeres, pero es un paso importante ya que permite impulsar transformaciones en la vida social y cultural”, finalizó Mora.