En las últimas 48 horas se han sucedido, en la hermana República de Nicaragua, manifestaciones que han desembocado en enfrentamientos que han resultado en varias personas heridas y lamentablemente 3 personas fallecidas hasta ahora.
Con Nicaragua tenemos, como país y sociedad, vínculos estrechos de carácter históricos, culturales, sociales, económicos y politicos. Es por ello que, esta dolorosa situación, no puede ser obviada.
Expresamos nuestra preocupación ante estos hechos que provocan inestabilidad y zozobra al pueblo nicaragüense. Hacemos un vehemente llamado para que cesen los actos de violencia de una y otra parte, permitiendo que el derecho a la protesta pacífica se pueda efectuar sin causar afectaciones a la integridad de las personas y salvaguardando la propiedad y bienes tanto privados como públicos.
Asimismo, llamamos al gobierno de Nicaragua para que sopese y pondere adecuadamente su actuación, para que la misma se apegue en el respeto a los Derechos Humanos. Esperaríamos de parte de quienes se manifiestan un talante y un comportamiento similar. El cariño que le tenemos al pueblo nicaragüense es lo que nos mueve a este llamado.
Lo que se ha esgrimido como justificante, la reforma del régimen de cotización y pensiones del INSS, no lo entraremos a valorar por cuanto corresponde a una decisión de carácter interno del Estado nicaragüense que debe ser abordado internamente sin injerencias de orden externo.
Pero tampoco consideramos aceptable, y desde ya lo rechazamos, que esta situación quiera ser aprovechada por terceros Estados y sus aliados internos para provocar una situación de caos y violencia.
A las personas heridas y lesionadas, independientemente de su afiliación, les deseamos una pronta mejoría; a las familias de quienes han perdido la vida nuestras sinceras condolencias.
San José, 20 de abril de 2018.