Intervención del Diputado José María Villalta Flórez-Estrada, del Partido Frente Amplio, en la sesión plenaria de la Asamblea Legislativa, el día 1 de mayo de 2012.
DIPUTADO JOSÉ MARÍA VILLALTA FLÓREZ-ESTRADA:
Muy buenas tardes a todos y todas; muy buenas tardes a los trabajadores y trabajadoras, también de esta Asamblea Legislativa, los trabajadores y trabajadoras de la prensa que nos acompañan en el día de hoy, en su día feriado, laborando; un saludo efusivo, caluroso y combativo de la fracción del Frente Amplio, para todos los y las trabajadoras que hoy marcharon por la defensa de sus derechos y también para los que no pudieron marchar porque siguen siendo en este país explotados y no se les respeta su dignidad humana.
El Gobierno de doña Laura Chinchilla cumple ya casi dos años, es, sin duda alguna, un gobierno de más de lo mismo que, a lo mucho, se ha dedicado a administrar mal las reformas que dejó instauradas el Gobierno de los hermanos Arias, sin ninguna expectativa de cambiar nada. Es un gobierno del continuismo, de las políticas que se han implantado en Costa Rica en los últimos veinticinco o treinta años, conforme con la agenda importada al país por la Agencia Internacional para el Desarrollo, AID, de los Estados Unidos en los años 80, con la ayuda de políticos y empresarios que hoy son los ganadores de estas políticas pero que tienen a la sociedad costarricense sumida en importantes crisis, la crisis social, el crecimiento de la desigualdad y la pobreza, el deterioro de las instituciones, de la seguridad social, la crisis ambiental, la crisis política con un descrédito cada vez más palpable de la credibilidad en los partidos y de las instituciones de nuestro sistema democrático, la crisis de la corrupción galopante e incesante.
GOBIERNOS DE Y PARA LOS BANQUEROS
Hay que preguntarse ¿Para quiénes gobierna el Partido Liberación Nacional y sus aliados?, ¿Para quiénes han gobernado en los últimos veinticinco, treinta años?, Arias gobernó para los banqueros, para las transnacionales, para el capital especulativo, y Laura Chinchilla también, gobierna para los banqueros, puesto que tiene a uno de sus representantes en la vicepresidencia, ambos, el señor Liberman y doña Laura, fueron parte de ese grupo de privilegiados políticos y altos funcionarios que resultaron favorecidos con el dinero y las becas del AID, que se donaron a Costa Rica en los años 80, con el propósito de desmantelar el Estado Social y crear una nueva burguesía en este país que fuera leal a los intereses del capitalismo trasnacional y no a los intereses de Costa Rica.
Y así es que se financió esa nueva burguesía bancaria y financiera privada, cuyo representante más emblemático el día de hoy, el Segundo Vicepresidente, un temporalmente exbanquero que vendió su banco al Banco Interfin, a la trasnacional Scotiabank, por un valor de ciento cuarenta y siete mil millones de colones, y no pagó un cinco de impuestos sobre la renta.
Esa nueva burguesía bancaria tiene, sin duda, una deuda social con el país, por eso debería de dar el ejemplo el señor Liberman, un ejemplo de amor a la patria y de solidaridad, y pagar, así como se le ha exigido a otros exministros, él y sus socios, el respectivo impuesto al fisco costarricense.
HACE FALTA UN IMPUESTO SOBRE LAS GANANCIAS DEL CAPITAL
Es cierto que no ha existido en este país un impuesto sobre las ganancias al capital, pero, precisamente, ahora que se habla de crisis fiscal debe establecerse ese impuesto y por qué no ha existido, hagamos memoria histórica. El hecho de que no se paguen impuestos sobre las ganancias del capital en Costa Rica es uno de los privilegios otorgados por los gobiernos del PLN, un partido que fue socialdemócrata y que ha sido uno de los principales mecanismos que han profundizado la desigualdad económica y social en nuestro país, incrementando la pobreza.
En el año 2008, antes de la reciente crisis mundial, los bancos privados de Costa Rica tuvieron ganancias netas por cuarenta y nueve mil novecientos cincuenta y seis millones de colones, según datos de la Sugef, pero pagaron menos de tres mil millones en impuestos, apenas un seis por ciento de sus utilidades.
En Costa Rica se repite eso que se discute en Estados Unidos, cuando el magnate Warren Buffett hizo público que su secretaria pagaba más impuesto de la renta que él, uno de los hombres más ricos del mundo. Aquí pasa lo mismo, si se les hubiera cobrado un veinte por ciento de impuesto sobre la renta, incluyendo las rentas del capital, habrían tenido que pagar más de diez mil millones y aún así les hubieran quedado cuantiosas ganancias.
MAL REPARTIDA LA RIQUEZA
Como vemos, hay plata en este país, se ha producido mucha riqueza con los subsidios del Estado, pero nunca antes estaba tan mal repartida esa riqueza, nunca antes se habían explotado con tanta intensidad y avaricia los recursos naturales, nunca antes se había permitido tanto lucro privado con bienes y servicios públicos, que son patrimonio del pueblo de Costa Rica.
El problema es la codicia, lo que está destruyendo a este país es la codicia de unos pocos. Hablemos, hablemos de la pobreza, hablemos de la otra cara de la moneda: Por segundo año consecutivo los índices de pobreza y de concentración de la riqueza y el ingreso se deterioran en nuestro país.
La pobreza, en el 2010, era del veintiuno por ciento de la población, pero subió a veintiuno punto seis en el 2011, lo que significa casi ciento cincuenta mil personas más en esa condición. Más de un millón de personas en Costa Rica sobreviven en condición de pobreza de una población de cuatro punto tres millones.
Y ni hablar de la desigualdad social en este país. Las estadísticas oficiales del INEC nos muestran que nunca antes había estado tan mal repartida la riqueza, concentrándose en pocas manos, estableciendo una fosa entre una minoría opulenta que lo tiene todo y quiere más, y el resto de la población. El Coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, se ha disparado de cero punto cuarenta en 1987 a cero punto cincuenta y cuatro en el año 2011.
Los datos son contundentes, el veinte por ciento de la población en el quintil 5, que recibe mayores ingresos, se apropia del cincuenta punto dos por ciento en el ingreso en este país, setecientas treinta y cinco mil personas, mientras que el veinte por ciento más pobre, más de un millón de personas obtienen apenas el cuatro punto tres por ciento del ingreso, según datos del economista Henry Mora, de la Universidad Nacional.
En el 2011, los hogares ricos obtuvieron ciento treinta mil colones de más respecto al 2010, mientras que los hogares más pobres recibieron cuatro mil quinientos colones menos. Sí, ¡Óigase bien!, menos ingresos que en el 2010.
Y según el informe Panorama Social de América Latina de 2011 de la CEPAL, Costa Rica ⎯cita textual⎯ se destaca como el único país entre aquellos para los que se cuenta con información, en que los indicadores de pobreza y de indigencia tuvieron un deterioro visible en el 2009 y aumentaron.
NO DISMINUYE LA POBREZA NI LA DESIGUALDAD SOCIAL
Somos, efectivamente, uno de los únicos países en América Latina donde no se ha reducido la desigualdad social y la pobreza en los últimos años. Y el Gobierno actual continúa con el impulso de procesos de acumulación por desposesión, privatizaciones vía concesión de obra pública y de servicios públicos, y el modelo de los TLC’s que destruyen la producción local.
Esto es una doble vergüenza, estos son los datos que indican cómo una burguesía bancaria y financiera privada en Costa Rica se ha enriquecido como nunca, y tiene una deuda social. La plata para mejorar la calidad de vida de todas y todos los costarricenses está, y es claro lo que hay que hacer, que los bancos y otros grupos privilegiados paguen impuestos que hoy eluden y evaden. Pero no creemos que eso lo haga este Gobierno, porque los tiene ahí metidos y gobierna para ellos.
QUE LOS BANQUEROS PAGUEN IMPUESTOS
¡Es hora de parar el abuso!
Y se ha dicho que cada palo aguante su vela, que se haga realidad este refrán popular, que los banqueros paguen impuestos al igual que lo hacemos el resto de los costarricenses. Porque este modelo económico ha fabricado pobres, ha destruido sectores productivos como la agricultura tradicional, la pequeña industria y la economía social.
En Costa Rica se ha venido debilitando la distribución de la riqueza y concentrando la propiedad de la tierra; en los últimos treinta años, se ha concentrado la tenencia de la tierra y hemos pasado de un país de pequeña propiedad a uno dominado por monocultivos y latifundios de las transnacionales exportadoras.
HEMOS PERDIDO BIENES PUBLICOS
El pueblo de Costa Rica ha venido perdiendo patrimonio, hemos perdido bienes públicos, como las telecomunicaciones, los seguros, que si bien es cierto antes se administraban mal por la corrupción, eran nuestros, pero hoy parte importante de las ganancias de esos bienes va a engrosar los bolsillos de Carlos Slim, de Telefónica de España. Esa es la realidad.
El pueblo de Costa Rica ha perdido parte de su patrimonio y, lamentablemente, este Gobierno lo único que hace es administrar las reformas impuestas con el TLC.
En política económica, este Gobierno ha seguido el patrón de los últimos gobiernos neoliberales, donde el hilo se corta siempre por lo más delgado: Culpar a la clase trabajadora de los problemas fiscales del Estado; esa es y ha sido la receta. Seguir debilitando instituciones sociales que son claves para combatir la desigualdad. Presupuestos cada vez más restrictivos, pero no menos corruptos, en consultorías.
La crisis cíclica fiscal de este país una vez más intentaron paliarla, como hicieron en los gobiernos de Figueres, Rodríguez y Pacheco con paquetazos fiscales, que eran parches al sistema tributario, que no combaten las desigualdades imperantes, donde solo se trataba de aumentar el impuesto de ventas, afectando a los sectores más vulnerables, sin tocar los intereses de los grupos económicos que se han enriquecido como nunca.
NEOLIBERALES CULPABLES DE LA CRISIS EN LA CAJA
Ni hablar de la crisis de la Caja, una crisis que ya venía de años atrás, que le estalló en la cara a este Gobierno, causada por acumulación de décadas de gobiernos neoliberales corruptos, que meten la mano en la institución con intereses politiqueros para favorecer el negocio de las clínicas privadas.
Diez millones de dólares pagó la Caja en los últimos años a un solo centro de radioterapia privado para tratamiento del cáncer, y en ese período no compró los aceleradores lineales que costaban menos de esos diez millones para prestar el servicio a la institución.
Gobiernos que han alcahueteado a las empresas que evaden sus deudas con la seguridad social, y que son los principales deudores porque le deben a la Caja más de seiscientos mil millones de colones, y no los pagan.
Ni hablar del caso del PANI, una institución debilitada, desmantelada, que no cumple su función, a la cual solo este Gobierno le dejó de girar cuarenta mil millones en el último año.
En Costa Rica pueden hablarnos de los niños que nacen todos los días, pero mejor hagamos algo por esos niños abandonados en nuestras calles, en esos albergues del PANI, que tiene menos funcionarios que las cárceles de este país. Hay más funcionarios en Adaptación Social que para atender a la niñez costarricense, y eso, señoras y señores, nos hace un país sin futuro, un país inviable.
EXPLOTACION Y ESCLAVITUD EN PLANTACIONES PIÑERAS
Ni hablar de la tragedia en el mundo laboral de este país, donde no hay un Ministerio de Trabajo, donde se vive todos los días la explotación y la esclavitud en las plantaciones piñeras, donde tenemos un régimen de terror porque no hay libertad sindical y hay un Ministerio de Trabajo que no actúa, que es cómplice de los abusos que todos los días se cometen en los sectores laborales.
Habla la presidenta Chinchilla de una tregua, le pide una tregua a los sectores sociales de este país, pero es el pueblo el que pide tregua, son los trabajadores de las fincas piñeras los que piden tregua, los que piden alto a la explotación, alto a la violación a sus derechos, son las comunidades que tienen ríos contaminados los que piden una tregua.
Piden tregua en este país las mujeres que siguen sufriendo violencia y el deterioro de sus derechos, piden tregua los grupos que sufren discriminación por su orientación sexual o por otra razón, contrario a la dignidad humana que con este Gobierno están siendo vilipendiados y mancillados porque no se les reconoce esa dignidad humana.
PIDE TREGUA LA CLASE TRABAJADORA
Pide tregua la clase trabajadora que lo que sufren son paquetazos injustos y aumentos de los precios de los servicios públicos, es el pueblo el que pide tregua frente a políticas empobrecedoras.
La ciudadanía percibe esta descomposición social, existe un discurso de la clase política dominante, de la antipolitica que es impulsado, precisamente, por los mismos que están en el poder, y ese discurso tiene la intencionalidad de incrementar el abstencionismo en el país, que la gente crea que no hay nada que hacer, que todos los políticos son iguales para que el partido de Gobierno pueda ganar una elección tras otra con porcentajes cada vez menores de apoyo sostenido en el abstencionismo.
Esa política clientelista que compra a pequeños partidos con prebendas, esa política clientelista que manipula el electorado, que manipula a la gente, y vean hoy lo que hemos visto aquí, tenemos, lamentablemente, un Directorio legislativo que si por discursos se saca, salvo honrosas excepciones, se acerca más a los tiempos de la Edad Media.
La verdad es, señoras y señores, que nos dicen que los socialistas tenemos poco en común con los liberales, pero los socialistas, y también los que eran socialdemócratas, tenemos en común con los liberales que compartimos los ideales de la Revolución Francesa, pero hoy aquí este Parlamento está controlado por ideologías que ni siquiera han llegado al siglo de las luces.
EN LA ERA DEL OSCURANTISMO
Hemos caído en la era del oscurantismo y eso es sumamente peligroso y es que esa corrosión, esa pérdida de norte ideológico es un problema enquistado en el sistema político, lamentablemente es parte del ADN actual del Partido Liberación Nacional.
La corrosión que está saliendo a la luz pública con los casos recientes de ministros y exministros es apenas la punta del iceberg, no son casos aislados, son ejemplos llamativos de redes de corrupción que se han desarrollado transversalmente en el Estado costarricense en los últimos gobiernos y muchos de los funcionarios que están siendo cuestionados ahora también formaron parte del Gobierno de Arias y de los últimos gobiernos.
Incluso, a los que se han beneficiado con las reformas del modelo neoliberal los está preocupando este problema, este fenómeno de la concentración del poder, del crecimiento de la corrupción, porque se hace más reducido el grupo de los que se sirven con cuchara grande, esa es la paradoja del modelo, no es la primera vez que gobiernan para los ricos, pero cada vez gobiernan para menos ricos y hasta los que estaban antes en la argolla y hoy la ven cerrada están empezando a preocuparse.
Por eso, preocupa la concentración de poder del Partido Liberación Nacional, incluso, grupos empresariales que apoyaron el modelo neoliberal ahora se sienten que están quedando fuera de la repartición del pastel.
Esa maraña de consultorías del exministro de Hacienda y del Ministro de Educación nos es más que el reflejo de este estado paralelo que se ha venido aplicando en los últimos años, donde se confunde el interés público con el interés privado particular de una camarilla que se está apropiando de las instituciones que son de todas y todos.
URGE DERROTAR AL NEOLIBERALISMO
Urge, por eso derrotar al neoliberalismo en Costa Rica y rescatar el Estado social, y es un escenario indispensable si queremos frenar la concentración y el abuso de poder en este país. Hace falta la constitución de una alianza de fuerzas progresistas, pero no para reconstituir el bipartidismo con otros nombres ni desbancar al PLN para seguir aplicando las mismas políticas, hace falta una coalición progresista que plantee una alternativa real a estas políticas que nos han venido empobreciendo en los últimos treinta años.
HACE FALTA UNA COALICION PROGRESISTA
Esa coalición tendría, en primer lugar, que rescatar el Estado Social de Derecho, recuperar el patrimonio nacional en todos sus campos, los bienes públicos, los servicios públicos, las empresas públicas, los recursos naturales para ponerlos al servicio del pueblo.
Desarrollar la economía que ponga énfasis en el apoyo a micro y pequeña empresa y no solo a las grandes trasnacionales, la reactivación de la producción nacional para el mercado interno, frenar la concentración de la riqueza del capital y de la tierra y democratizar de nuevo el acceso a los bienes productivos, hacer que se respete las conquistas sociales y los derechos laborales.
Rescatar la Caja por medio del pago total de la deuda del Estado garantizando que se frene esta situación de deterioro y politización.
Avanzar hacia una democracia verdaderamente participativa, no solo formal representativa como la que tenemos hoy cada vez más carencial, esto significa impulsar presupuestos participativos, consultas populares a nivel local, participación directa de la gente en el gobierno y en la toma de decisiones.
Combatir la desigualdad con políticas agresivas que distribuyan la riqueza entre clases sociales y entre regiones geográficas propuestas que descentralicen el poder.
Frenar la guerra contra la naturaleza, propuestas que frenen ese modelo que viene depredando los recursos naturales de un modo descomunal y que debilita y torpedea la institucionalidad ambiental que hemos logrado construir en este país.
Esta coalición progresista, esta verdadera alianza por Costa Rica solo se puede constituir, no con pactos entre cúpulas, sino a través de un proceso abierto a la participación ciudadana, donde los movimientos y organizaciones sociales tengan una incidencia directa, una incidencia real, a eso apuntamos en el Frente Amplio, ese es nuestro objetivo político, estratégico para estos dos años que quedan en esta legislatura, en esta Asamblea Legislativa, a eso apuntamos y para eso proponemos diversos proyectos de ley que hemos discutido y seguiremos discutiendo con ustedes.
FRENTE AMPLIO OPTA PREFERENCIALMENTE POR LOS POBRES
Nuestra fracción —para terminar— toma partido por la gran mayoría de compatriotas que sufren en carne viva la humillación, la explotación, la exclusión, la discriminación en todas sus formas.
La degradación ambiental, el robo del agua, de la tierra, de la salud, del trabajo, de la dignidad, hacemos opción preferencial por ellos y ellas, por quienes viven en la pobreza, el abandono y la postración, por quienes no tienen voz, porque se les niega todos los días, por todas aquellas personas a quienes este sistema económico injusto y suicida les niega todos los días su humanidad; “hasta que el reino de los cielos”, como decía monseñor Romero, se haga, de una vez por todas, aquí en la tierra, a eso aspiramos.
Gracias, señoras y señores diputados.
En Costa Rica urge derrotar al neoliberalismo y rescatar el Estado social