-La institucionalidad de vivienda ha sido incapaz de garantizar este derecho humano.
-No podremos abordar integralmente nuestras ciudades si no las construimos desde el derecho a la vivienda.
Desde el Frente Amplio reconocemos que la toma de tierras es la última opción que le queda a quienes sistemáticamente han sido desplazados de sus comunidades y por carencia de ingresos ya no pueden seguir pagando un alquiler, por lo que deben resolver como no pasar una noche a la intemperie.
De forma paralela también nos hemos referido a que la actual institucionalidad de vivienda está descabezada y en temas estructurales como éste ha sido incapaz de elaborar políticas que protejan el derecho humano a una vivienda adecuada, así como otros derechos asociados a la misma, específicamente la alimentación, el agua, la salud, la educación, el trabajo, la seguridad y la libertad de tratos degradantes.
Es en este contexto que el Estado ha suscrito varios instrumentos jurídicos internacionales donde mantiene la obligación de abstenerse de los desalojos forzosos y proteger contra ellos, ya que realizar desalojos aumentan la desigualdad, la segregación y los conflictos sociales en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
Ante esto recordamos que las 800 familias desalojadas el pasado 9 de marzo en una finca junto a La Carpio tienen el derecho a formas apropiadas de protección jurídica, las cuales se les deben de facilitar.
Desde nuestra labor legislativa nos comprometemos a la presentación de propuestas y al debate constructivo para que estas prácticas se normen en detalle y garanticen las obligaciones internacionales de derechos humanos, al mismo tiempo que el Estado disponga de diferentes recursos para las personas, grupos o comunidades que puedan verse afectadas; también es urgente la capacitación en la aplicación de estas normas internacionales de derechos humanos, para todas las personas implicadas. No podremos abordar integralmente nuestras ciudades si no las construimos desde el derecho a la vivienda adecuada de quienes hoy no tienen techo.