1. La Administración Chinchilla cumple seis meses de gobierno, con un país en estado de alerta, no sólo por el impacto de las adversidades climatológicas, que lamentable y dolorosamente le ha costado la vida a decenas de compatriotas, y que golpea a miles de familias con pérdidas humanas y materiales. El Frente Amplio se suma al duelo nacional y llama a sus militantes y amigos a movilizarse en la medida de sus posibilidades en cada región afectada, en la ayuda solidaria a las familias damnificadas.
Sin pretender responsabilizar al gobierno de estas tragedias y calamidades, es necesario señalar que muchos daños humanos y materiales se podrían haber evitado y mitigado. Las políticas depredadoras del ambiente, el crecimiento urbanístico especulativo y salvaje, las infraestructuras deficientes y abandonadas, la ausencia de planes de ordenamiento y regulación territorial o la burla a los mismos cuando éstos existen, el fracaso de las políticas de prevención y de atención de desastres, el déficit de vivienda digna y otros factores previsibles, explican en buena medida los colapsos cíclicos que vive el país cada vez que se presentan este tipo de emergencias. Los pobres son siempre los más afectados, empujados a vivir en los lugares y en las condiciones más vulnerables.
Los sentimientos y las acciones de solidaridad que forman parte de la mejor y más noble tradición cívica de nuestro pueblo, deben necesariamente acompañarse de la reflexión y de la crítica, para evitar hasta donde es racional y humanamente posible la repetición de las tragedias.
La luz de alerta está prendida desde hace tiempo en nuestro país, pero los gobiernos y las fuerzas neoliberales lejos de atenderlas, continúan profundizando las políticas de los desastres económicos, sociales, ambientales, éticos y humanitarios.
-El reciente informe sobre el Estado de la Nación, ratifica lo que hemos venido denunciando: el modelo neoliberal está destruyendo los lazos de cohesión y solidaridad de la sociedad costarricense. El crecimiento continuado de la desigualdad social, con un coeficiente Gini que pasó de 0.421 en el 2008 al 0.437 en el 2009—el más alto de la década–, testimonia el resultado de unas políticas concentradoras de la riqueza, que golpean las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías. Se confirma también el fracaso de la lucha contra la pobreza, que mantiene a más de un millón de compatriotas en condiciones de vida infrahumanas. Hay también un aumento del desempleo y un creciente desplazamiento de las rentas salariales a las rentas del capital, a través de diversas manifestaciones en las que el salario es uno de los componentes, pues hay que tomar en cuenta los tributos, las pensiones, el costo de la vida, el acceso a los servicios públicos, etcétera. Hay que agregar que en el informe del índice de desarrollo humano que realiza Naciones Unidas, el país cae de nuevo: ocho lugares en el 2009, que sumados a los cuatro en el 2008, significa un preocupante descenso de 12 lugares en dos años.
-Esta situación se presenta cuando se están cumpliendo tres años de la realización del referéndum sobre el TLC, y dos años de su entrada en vigencia. No sólo no se está cumpliendo ninguna de sus promesas de prosperidad económica para todos, sino que ya han empezando a manifestarse en diversos campos las consecuencias negativas que pronosticamos los que nos opusimos a su aprobación. El crecimiento de la desigualdad y del desempleo, el creciente déficit de la balanza comercial, el disparo de la deuda y del déficit público, el abuso con la legislación sobre propiedad intelectual (patentes, biodiversidad, fotocopias…), la crisis que se avecina en el financiamiento del Cuerpo de Bomberos y de los Seguros de Riesgos del Trabajo, la piñata en curso en las concesiones del espectro radioeléctrico y en la apertura eléctrica, los aumentos anunciados en las tarifas del agua potable, las amenazas de llevar al país a tribunales de arbitraje por parte de la transnacional canadiense Infinito y de una firma de telecomunicaciones estadounidense, la creciente transnacionalización de las inversiones en educación y salud privadas, los ataques a los derechos laborales, empiezan a mostrar el verdadero rostro del TLC, como expresión de la radicalización de las políticas neoliberales.
-En este momento, donde probablemente se está haciendo más visible para un amplio sector de la ciudadanía las falencias y la perversidad de las políticas neoliberales aplicadas por la derecha política y empresarial, es en el campo de las concesiones. Dos casos son paradigmáticos y concentran un alto grado de rechazo y de indignación: Crucitas y la Autopista a Caldera. En el caso del rechazo mayoritario a Crucitas se expresa una acumulación de resistencias y de conciencia sobre el tema ambiental, vinculado tanto a la defensa de la naturaleza, como al creciente rechazo a un modelo de crecimiento depredador y entreguista. El caso de la Autopista a Caldera pone en jaque toda la apología intensamente pregonada sobre los beneficios de la retirada del Estado y las bondades de la empresa privada. Son indignaciones y oposiciones diversas, la de Crucitas más sostenida y sólida a lo largo de más de 15 años de oposición en todos los terrenos de lucha: movilizaciones, recursos legales, foros, caminatas, bloqueos, huelgas de hambre; la de la Autopista del Sol más coyuntural y frágil todavía. Sin embargo hay un cordón que las une en la percepción de la gente sobre lo que está pasando: la corrupción y la entrega del país al extranjero.
Esta enumeración de algunos hechos, que no pretende ser exhaustiva, nos da también claves para actuar:
Frente al crecimiento de la desigualdad, de la pobreza y del desempleo
Es urgente y necesario un programa alternativo, con oposición, denuncia, movilización y propuesta. Rescatar como banderas proyectos presentados por el FA en el parlamento sobre salarios, precios de medicamentos, derechos laborales, territorios costeros y otros; apoyar también diversas iniciativas de corte popular-alternativo promovidas por otras fuerzas políticas y sociales. Promover convergencias alrededor de propuestas alternativas de carácter social, fiscal, precios de canasta básica, tarifas y calidad de servicios públicos, pensiones, etcétera.
Frente a la radicalización neoliberal con el TLC
El FA debe contribuir a que la gente no olvide y ejercite la memoria. “Lo dijimos” no es un ejercicio de profecía o pedantería, es una reivindicación de gran significado político y moral, tanto para afianzar el orgullo y la estima del movimiento patriótico, como para recuperar a la gente que fue engañada o atemorizada. Debemos elaborar un balance de lo que ha pasado y está sucediendo con las respectivas perspectivas. Hay que estimular el surgimiento de frentes de lucha alrededor de la defensa y refundación del ICE, de la Caja, del AyA, del INS, del INA, de JAPDEVA, de la educación pública, del patrimonio ambiental… Plantear la denuncia del TLC permanentemente y no a más TLCs, como política comercial casi única hegemonizada por el mismo bloque del poder que puso en práctica el Memorándum del Miedo. Los frentes de lucha deben converger en una estrategia común de todos los sectores que se sienten engañados y amenazados.
Frente a la depredación ambiental y el fracaso y la corrupción de las concesiones
Pasar a la ofensiva en la defensa de otro desarrollo posible sin destrucción, entrega o privatización de nuestros recursos. Reforzar el compromiso ecológico del FA, en confrontación directa con los depredadores, y en diálogo constructivo y pedagógico con los sectores populares que no ven posible o no entienden otro modelo de relación con la Naturaleza. Reivindicar el papel de lo público, de lo social y del Estado frente al modelo privatizador de la concesión de obra pública y de servicios. Fuerte denuncia de la corrupción y de la fusión de la política y de los negocios. El FA debe elaborar una memoria que recoja una agenda de resistencias y alternativas ambientales, y un prontuario de lo que le cuesta al país la corrupción en estos temas. Aquí tenemos que celebrar la aprobación por la Asamblea Legislativa del proyecto impulsado por nuestro partido para prohibir definitivamente la minería de oro a cielo abierto.
2. El colapso que vive el país, bloqueado literalmente por el derrumbe de las infraestructuras y la manifiesta incapacidad gubernamental de reaccionar con rapidez y eficacia, que se expresa en la crisis ética y de gestión de la Comisión Nacional de Emergencias, refleja también las debilidades, contradicciones y conflictos en las esferas de poder.
Durante la celebración de su cumpleaños el pasado 13 de septiembre el expresidente Arias dijo: “Laura Chinchilla es honesta, pero no es firme, es gelatinosa, blandengue y malagradecida”, frente a la mirada atónita de algunos de los diputados presentes. Dijo algo más el señor Arias: “Guillermo Zúñiga estaría en la presidencia si yo hubiera querido”. Esto no pasaría de ser una anécdota y otra manifestación de prepotencia del patrón ante el aplauso servil de la fracción liberacionista, si no estuviera acompañada de una fuerte pugna en la cúpula de poder, visiblemente notoria en la tempranera y abrupta irrupción de Rodrigo Arias en la lucha por la presidencia. Los Arias representarían la corriente del poder político-empresarial que quiere pisar el acelerador en el impulso del modelo aperturista puro y duro (proexportaciones, libre mercado, desregulación financiera, modelo de concesiones, etcétera), mientras Laura Chinchilla, sin discrepar por el fondo, habría apostado por el avance mediante ciertos acuerdos y equilibrios de fuerza, aunque no se avance tan rápido. Son sólo diferencias de estilos, de percepciones, de matices, pero que tienen como consecuencia cierta parálisis gubernamental, que debe ser comprendida por el FA y el conjunto de fuerzas opositoras tanto para posicionarse estratégicamente de cara a las elecciones del 2014, como ante temas muy concretos y actuales: ley de electricidad, muelles de Limón, concesiones, fiscalidad y otros.
Tenemos un déficit de conocimiento más amplio y profundo del cuadro de contradicciones en el bloque hegemónico de poder. También es necesaria una mejor caracterización de las fuerzas políticas parlamentarias y extraparlamentarias y su papel en la coyuntura.
En la Asamblea Legislativa puede observarse las dificultades del PLN, Libertarios y PUSC, para ponerse de acuerdo y formar un bloque como el que lograron amalgamar para el TLC y las leyes de implementación; los “evangélicos” están hipotecados al poder y el PASE es un fenómeno electoral difuso con escasa presencia en la vida real.
Lamentablemente el PAC, con el que tenemos coincidencias en temas importantes, aparece desdibujado y sin brújula, donde hasta ahora la ausencia de Ottón Solís deja un vacío que todavía no parece poder ser llenado por nadie. Nos preocupa la coincidencia de un sector de PAC con los libertarios y el banco BCT, única entidad privada nacional con operaciones en el exterior, en el tema de la supervisión de la Sugef. No es un asunto menor, por el peso del creciente peso político del sector financiero en la vida nacional y su incursión en el financiamiento de las campañas electorales.
Ante el Frente Amplio se abre una gran responsabilidad y enormes posibilidades de gravitar con mayor peso e influencia en la vida del país. Hay que lograr visibilizar más el excelente trabajo de nuestra fracción, concentrar los esfuerzos en algunas direcciones claves para evitar la dispersión y romper el cerco mediático. De nuevo es necesario insistir en que el crecimiento del Frente Amplio, debe articularse con los esfuerzos e iniciativas de convergencias programáticas y de lucha del conjunto de las fuerzas progresistas y patrióticas.
Hay una vertiente del gobierno de Chinchilla que debe merecer una mayor atención y análisis de nuestra parte. Estamos viviendo una ofensiva conservadora, que no tiene su origen en el neoliberalismo tradicional, sino en ciertas corrientes integristas de algunas jerarquías religiosas, vinculadas al Opus Dei y a otros sectores fundamentalistas y conservadores, que además de su poder ideológico utilizan sus posiciones en el poder económico, financiero y mediático. Hay aquí incluso un retroceso en relación con la Administración Arias. La alianza de Chinchilla con las cúpulas más conservadoras y reaccionarias del catolicismo y de los mal llamados partidos cristianos, a los que se suma de manera oportunista el PASE, suponen una amenaza contra los derechos de las mujeres y de las personas no heterosexuales. Como está ocurriendo en otras latitudes, esa ofensiva trata de manipular los sentimientos religiosos de la gente para empujar a nuestras sociedades a la derecha. Lo hemos visto, por ejemplo, en las recientes elecciones de Brasil, donde hasta intervino el Papa para alentar el voto por el candidato de la derecha y derrotar a la candidatura del Partido de los Trabajadores.
La compañera María Florez- Estrada, ha hecho un análisis muy interesante y enriquecedor de esta situación desde el enfoque de la economía política crítica, de la situación de explotación del trabajo de la mujer en el hogar y fuera del hogar, básico para entender mejor la dinámica de la acumulación capitalista en el contexto de la globalización y de la crisis.
3. En una situación nacional muy complicada para el gobierno, estalla de nuevo el conflicto con Nicaragua.
El Frente Amplio es un partido que nació a la vida política en defensa de los derechos de nuestro pueblo y de nuestra nación, tan traicionados y mancillados por las fuerzas de la derecha neoliberal que maltratan los derechos de las mayorías y que venden nuestra soberanía al mejor postor. También somos un partido internacionalista, que se pronuncia por las relaciones de solidaridad y de cooperación entre los pueblos, en lucha común contra el poder explotador y corrupto del capital.
En el conflicto con Nicaragua o con cualquier otro país, siempre nos colocaremos en defensa de los legítimos intereses y derechos de nuestra patria, de su soberanía y de su integridad territorial continental y marítima. Esos intereses cuando son justos no vulneran los derechos de ningún otro pueblo Estamos en contra del uso de las amenazas y de la fuerza, vengan de donde vengan, y nos pronunciamos por las salidas dialogadas y pacíficas, preferentemente por las vías diplomáticas establecidas en nuestro propio ordenamiento político y jurídico y en las normas e instancias del derecho internacional establecidas en el marco de las Naciones Unidas.
El Frente Amplio apoya sin cálculo ni egoísmo al Gobierno de Costa Rica en todas las gestiones que lleve a cabo en defensa de los intereses nacionales, por las vías acordes con nuestra tradición de país amante de la paz y respetuoso del derecho internacional.
Repudiamos a quienes tanto en Nicaragua como en Costa Rica, pretendan atizar el conflicto en busca de enfrentamientos innecesarios o de cálculos políticos innobles que perjudiquen las necesarias relaciones constructivas y solidarias que deben existir entre nuestros pueblos y naciones. Estamos convencidos de la posibilidad de convertir al San Juan y a la frontera común, en territorio de cooperación y no de enfrentamiento. Son muchos los lazos históricos, culturales, económicos, sociales, ambientales, religiosos que unen a nuestros pueblos. Ya es hora de romper el círculo perverso de la confrontación para pasar a una era de comprensión y cooperación, que es lo que le interesa a nuestros pueblos, Estados y países.
Debemos seguir con atención el curso de los acontecimientos y contribuir en la medida de nuestras posibilidades a una solución justa, negociada y pacífica. Somos patriotas costarricenses, amigos del pueblo de Nicaragua, tenemos la autoridad política y moral para solicitar a las autoridades de los dos países buscar lo antes posible una solución digna a un conflicto que no debería haberse presentado, y que debe solucionarse en paz y concordia para construir juntos el futuro de solidaridad que necesitamos.
4. La situación en la frontera con Nicaragua, eclipsó otro hecho muy preocupante y peligroso para la institucionalidad democrática costarricense. Se trata del acuerdo que la presidenta Chinchilla suscribió en Cartagena con el gobierno de Colombia, para que la policía de ese país entrene y asesore a la Fuerza Pública de Costa Rica. La coordinación estaría a cargo del general Rosso José Cadena, a quien Chinchilla definió como “un gran amigo, con quien yo trabajé durante mis años como ministra de Seguridad”. Chinchilla viajó a Colombia en un avión de la Fuerza Aérea de ese país, fletado para tal efecto por el presidente Santos. El general Serrano es un hombre de un largo historial, persona de confianza de los halcones de Washington y de la CIA, participó en la elaboración del Plan Colombia y en su trayectoria profesional ha habido acusaciones de complicidad con los paramilitares. Hay que decir también que la policía colombiana es un cuerpo militarizado que participa activamente tanto en las operaciones contra el narco, como en las llamadas operaciones contrainsurgentes, y que a lo largo de la cruenta guerra civil que vive la sociedad colombiana ha recibido acusaciones por violar los derechos humanos.
Prácticamente nada se ha dicho y comentado sobre un asunto tan grave, que confirma el rumbo represivo y militarista de este gobierno. Una nueva generación de policías y oficiales de la Fuerza Pública, se formarían en la doctrina de la policía colombiana, con enormes riesgos para nuestra democracia y nuestros derechos civiles.
En relación con la guerra al narcotráfico, el gobierno de Costa Rica se alinea con las políticas de los halcones, y compromete al país tanto con el Plan Colombia, como con la Iniciativa Mérida. La estrategia ha sido un completo fracaso que deja miles de muertos en Colombia y en México, mientras siguen creciendo los cultivos de la droga y su exportación a los Estados Unidos.
La deriva del país hacia un Estado policial no es ninguna exageración. Los comprensibles temores y angustias de la gente, son utilizados por el poder para imponer una política de seguridad errónea y peligrosa, mientras la sociedad se fractura y se descompone. Vemos como el permiso a los buques y marines estadounidenses, y la creciente implicación del Comando Sur en asuntos de seguridad nacional, forman parte de una estrategia regional y continental que usa la lucha contra el narco y el crimen organizado, con otros fines de control de los recursos y movimientos de protesta contra un orden corrupto e injusto.
5. El resultado de las elecciones legislativas en los Estados Unidos, incrementará más esa línea intervencionista de la derecha en América Latina. La ultraderecha logró más de 30 escaños, financiada su campaña por una corporación de intereses donde es posible ubicar a las fuerzas que estuvieron detrás del golpe de Estado en Honduras, del intento fracasado en Ecuador, de los movimientos desestabilizadores y agresivos contra Cuba, Venezuela y los países del ALBA. Claro que el fracaso de Obama obedece a sus propias debilidades y a los efectos devastadores de la crisis. Obama decepcionó a sus seguidores con sus tibias y ambiguas posiciones, y alentó la ofensiva de la ultraderecha que supo montarse en el descontento. La contraofensiva de la derecha que ya estaba en marcha, se incrementará y tendremos que estar atentos pues nos encontramos en la primera línea de ese frente batalla, dado que hay una estrategia del paso a paso que empieza en Mesoamérica, donde estamos ante una operación tenazas, con dos brazos: uno en Colombia, el otro en México, que se irá cerrando sobre todos los países de la región.
Frente a esas amenazas hay que destacar los triunfos del polo popular y progresista en Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú.
El triunfo de Dilma y de la coalición liderada por el PT en Brasil tiene una importancia fundamental en la geopolítica continental, dado el peso de ese país. Debemos celebrarlo y valorar con detenimiento el desarrollo de los acontecimientos en Brasil, vinculados a la nueva geografía política en América del Sur. Sectores de izquierda y progresistas critican con razón determinadas políticas llevadas a cabo por el gobierno de Lula, pero se confunden totalmente cuando pasan a desear incluso la derrota del PT, o a sobrevalorar candidaturas como la de Marina Silva, o la de Mockus en Colombia, que finalmente se ubicaron en la lógica dominante de los poderes tradicionales.
En el caso de Venezuela, aunque ya comentamos los resultados de las recientes elecciones parlamentarias, es necesario destacar que de momento fracasaron los intentos desestabilizadores y que la imagen de Chávez se mantiene sólida de cara los procesos decisivos del 2012.
Correa salió fortalecido del golpe abortado, aunque deberá sacar las lecciones de una situación conflictiva. Y es muy prometedor el triunfo de la izquierda en la alcaldía de Lima, lo que podría augurar crecimiento y buenos resultados en los próximos comicios presidenciales y legislativos.
También habrá que considerar la nueva situación en Argentina tras el sorpresivo fallecimiento de Néstor Kirchner.
Un acontecimiento extraordinario para las fuerzas antineoliberales es la rebelión en Francia. De momento no se logró detener la contrarreforma social, pero esa lucha no ha terminado. Con razón ya decía Marx en el siglo XIX que Francia era un laboratorio de la lucha de clases.
6. El Frente Amplio debe afinar su comprensión de la realidad para actuar con mayor audacia y eficacia. El país vive un momento de creciente malestar y los síntomas de efervescencia social aparecen por muchos lados. Debemos comprender mejor como se mueven las diversas fuerzas, tanto las del campo del adversario como las de nuestro propio campo. Caracterizar mejor a las fuerzas económicas, mediáticas, políticas y sociales, para promover nuevas y renovadas resistencias, así como la construcción de alternativas.
Nuestro Congreso es una preciosa oportunidad y un reto para la tarea, que también debe significar un salto en nuestra capacidad de lucha, de propuesta y de organización.
De cara a las elecciones municipales del próximo 5 de diciembre, el Frente Amplio debe movilizarse para alcanzar los mejores resultados en todos los lugares donde participamos, tanto solos como en coaliciones o alianzas, así como contribuir al avance de las propuestas y candidaturas progresistas en todo el país.
*Documento aprobado por la Comisión Política del Partido Frente Amplio, en sesión celebrada el pasado 6 de noviembre en la sede del FA en San José. Se trata de darle continuidad a un análisis de coyuntura, que se actualiza en la reunión periódica de esta instancia partidaria.