Cada día nos desayunamos con un nuevo escándalo, una nueva vergüenza.
Son expresidentes condenados por graves actos de corrupción.
Son jerarquías de la Iglesia investigadas por usos indebidos de los dineros que aportan los feligreses.
Dirigentes políticos acusados de financiar ilegalmente las campañas electorales.
Exministros de Estado, imputados de graves abusos con el uso de dineros públicos.
Presidentes de instituciones autónomas, como el de Acueductos y Alcantarillados, denunciados por usar la caja chica de la institución para turismo y aventuras personales.
Fiscales de la República, haciendo favores a sus superiores en detrimento de la justicia.
Altos funcionarios cuestionados y denunciados por el festín de las concesiones.
Jerarcas al servicio de los poderosos, que todos los días depredan, burlándose de la ley, los recursos naturales.
Empresarios que no pagan el salario mínimo y que no respetan los derechos laborales y sindicales de los trabajadores y trabajadoras.
Responsables públicos cómplices de la entrega del patrimonio nacional de telecomunicaciones, energía, puertos, aeropuertos, etcétera, etcétera.
Jerarcas del COMEX al servicio de los que asfixian y arruinan a nuestros agricultores.
Mercaderes de la salud y de la educación, que destruyen todos los días nuestros sistemas de seguridad social y de educación pública.
Delincuentes y violentos que agreden a las mujeres, a la infancia, a los ancianos, que nos roban las calles, la tranquilidad, el derecho a vivir sin miedo y en paz.
Letanía de la corrupción y de la desvergüenza, maquinaria del empobrecimiento, de la desigualdad, del desempleo.
Sobran en nuestra patria las razones para la indignación.
Debemos salir de la paralizante indiferencia, de la resignación y del pesimismo.
Reaccionar es un imperativo ético y político.
El Partido Frente Amplio se solidariza con todos los movimientos de protesta y reivindicación que están en marcha hoy en nuestra patria.
Ahí, en las luchas concretas y cotidianas, en el compromiso con la movilización ciudadana, en la coherencia entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. En el trabajo desde abajo, desde las comunidades, desde los centros de trabajo y de estudio, es que se debe animar la rebelión democrática y construir las bases de los acuerdos, de la articulación y de la unidad necesarias para que brote la indignación y el compromiso para cambiar la situación y abrir las puertas a la esperanza.
Comité Ejecutivo Nacional, Partido Frente Amplio, 1 de Junio de 2011