- Los supermercados y restaurantes podrán donar alimentos de manera colectiva y deducirlo del impuesto sobre la renta.
En Costa Rica se han hecho esfuerzos para frenar el despilfarro de alimentos y combatir el hambre y la desnutrición; pero es necesario avanzar en políticas públicas. Así lo plantea el proyecto “Ley para el manejo responsable de alimentos no vendidos”, presentado esta tarde por la diputada frenteamplista Patricia Mora Castellanos.
El desperdicio de alimentos en el mundo crece de un año a otro. Para el 2014 más de un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se perdió o descartó entre el campo y los almacenes de venta, mientras que en los países en vías de desarrollo como Costa Rica, se pierde cerca del 40% de los alimentos aprovechables, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo con Mora Castellanos, Costa Rica ha venido trabajando en la erradicación del hambre, que aqueja a cerca del 5% de la población y ha disminuido las cifras de desnutrición, pero se requieren medidas que permitan articular acciones entre los sectores públicos y privados. “El país tiene a disposición suficientes alimentos para erradicar el hambre, pero las lógicas de mercado regidas por la oferta y demanda, llevan al desperdicio de miles de toneladas de alimentos en perfecto estado que pueden aprovecharse para el consumo humano o la producción agropecuaria”, señaló.
El proyecto de Ley propone modificar la legislación existente para que en los establecimientos con áreas mayores de 1.000 metros cuadrados, se organice la recolección segura de alimentos residuales consumibles, en favor de asociaciones de ayuda alimentaria. “Algunos comerciantes minoristas ya han demostrado su generosidad con la organización Banco de Alimentos y otras iniciativas de este tipo. La Ley vendría a extenderla a grandes almacenes comerciales, restaurantes, supermercados y complejos hoteleros, que podrían disfrutar de la exención de impuestos por donación”, señaló Mora.
El proyecto también busca modificar el etiquetado de los alimentos, de manera que se obligue a unificar la fecha de caducidad como la de idoneidad. Vencida la fecha de caducidad de los alimentos pre-envasados perecederos, su consumo puede constituir un peligro inmediato para la salud, por lo que su comercialización está prohibida, mientras que cuando se alcanza la fecha de óptima ingesta, conocida como “mejor antes de”, no hay peligro de consumo, pues lo que el producto pierde son sólo algunas cualidades específicas (textura, color, sabor).
“Esta Ley exige al Poder Ejecutivo, emitir un nuevo reglamento de fechas límites de consumo, con el fin de optimizar la lucha contra el desperdicio y garantizar la seguridad de las personas consumidoras”, explicó Mora.
