-Antes programa, luego candidato
-Convención: una charlatanería
RICARDO LIZANO CALZADA
Desde la posición de “izquierda democrática” , donde ubicó al partido que representa en la Asamblea Legislativa, Frente Amplio (FA), el diputado José Merino, en entrevista realizada en su despacho, aseguró que tanto él como su movimiento, aceptarían la candidatura presidencial de Ottón Solís, líder del Partido Acción Ciudadana (PAC), a la cabeza de una alianza en la que se incluya a todos los grupos que, hace un año, se opusieron al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Esto, siempre y cuando, con anterioridad se establezca un acuerdo sobre un programa de gobierno y esa candidatura surja de un método de consulta aprobado por consenso. Método que, en ningún caso, puede consistir en una convención, tal y como lo propuso el exdiputado José Miguel Corrales en la última edición de Ojo, pues, según Merino, eso es simplemente “un charlatanería”, “una locura electorera”.
Claro que una eventual candidatura presidencial de Ottón Solís de una coalición –única opción que dentro del Código Electoral permitiría la participación conjunta de varios partidos- es algo que Merino aceptó a regañadientes. Ya sea en forma inconsciente o por mera casualidad, antes mencionó los nombres de Epsy Campell, Monserrat Sagot y Eugenio Trejos, como otros líderes que podrían liderar esa coalición. Después incluyó a Ottón Solís, Rolando Araya y Henry Mora.
Todo lo cual confirma el escepticisismo que en muchos sectores de izquierda genera la figura de Ottón Solís a quien, no solo no lo consideran uno de los suyos, sino le cobran, entre otras cosas, ubicarse en una imaginaria posición ideológica de “centro” pues ahora “todos los partidos dicen que son de centro”, según el congresista. “Lo afirma –alegó- tanto el Partido Liberación Nacional (PLN) como la Unidad Social Cristiana (PUSC)”.
Pese a esas divergencias, Merino no descartó una eventual coalición de partidos con miras a las votaciones del año 2010, en la que se incluya al PAC, y en la que cada uno de ellos postule sus propios candidatos a diputado y se comprometan a respaldar “con lealtad” a quien resulte elegido candidato presidencial de la alianza.
Previo a eso, sin embargo, sería necesario suscribir, “una plataforma programática básica”, como la llamó Merino, la cual debería consultarse no solo a partidos políticos afines “sino a sectores sociales” pues, en caso de triunfar, se requiere “otro tipo de gobernabilidad” y eso, según él, no se consigue “con una suma aritmética, sino articulando bases de apoyo a una propuesta de gobierno” lo cual supera el ámbito meramente electoral.
Por supuesto que en esa alianza el FA reclamaría su espacio porque, en ningún caso, estaría dispuesto a renunciar a su identidad y convicciones, tal y como lo precisó este diputado, de hablar pausado, quien medita y responde con serenidad cada una de las preguntas que se le formulan.
-¿Constituyen Ottón Solís y el PAC un obstáculo para la alianza que procuran sectores que hace un año, durante el referendo, se opusieron al TLC con Estados Unidos?
-En el FA no lo consideramos un obstáculo. Tenemos otra visión del asunto. Estamos convencidos de que no será posible ganar el gobierno si no se forma una alianza de fuerzas. Por sí solo, ninguno de los partidos que formó parte de esa unión no solo no podrá ganar, sino que, en caso de hacerlo, no podrá gobernar.
“Porque no solo se necesita ganar sino gobernar. Para poder hacer los cambios que el país necesita se requiere otro tipo de gobernabilidad y eso no se consigue con una suma aritmética de partidos, sino articulando, desde antes de las elecciones, bases de apoyo para una propuesta de gobierno. Nosotros no hemos personalizado el asunto en la figura de Ottón Solís o algún otro candidato. En todo caso, la situación es muy cambiante y depende no solo de factores nacionales sino internacionales. De momento, el PAC tampoco se ha cerrado definitivamente. No ha externado una posición oficial y en el FA no descartamos una alianza lo más inclusiva posible. Tampoco creemos que las posibilidades de formar la coalición dependan de excluir a nadie, mucho menos a una figura como la de Ottón Solís”.
-En la anterior edición de Ojo, el exdiputado José Miguel Corrales, partidario de esa alianza, aseguró haberle propuesto a Ottón Solís el mecanismo de una encuesta o del de una convención para elegir el candidato de la alianza contra el “neoliberalismo”. Dijo, sin embargo, que el líder del PAC no aceptó.
-El primer paso que debemos dar es definir para qué queremos unirnos. Nos parece una charlatanería organizar una convención si antes no hemos establecido los acuerdos que podemos construir. Lo primero que debemos promover es la construcción de una plataforma programática básica, algo que no será muy difícil pues ya hemos compartido posiciones frente a distintos problemas nacionales. Pero sería una locura electorera sin sentido, definir el método de cómo elegir candidato, si antes no hemos coincidido en cuanto a las ideas alrededor de las cuales nos vamos a unir. Incluso nos parece incorrecto ese tipo de emplazamientos.
“En segundo término, si existiese un acuerdo, la únicas formas de unión que permite el código electoral vigente son las de la fusión o la de la coalición. La fusión en un solo partido está descartada, no es posible aglutinar tanta diversidad en una sola agrupación. No queda más que la coalición y para eso tendríamos que aspirar a condiciones mínimas que incluyen una coincidencia en la papeleta de candidatos a presidente y vicepresidentes y un programa de gobierno común.”
“Nosotros descartamos la idea de una convención abierta para escoger la candidatura presidencial. Es impracticable. En una de elección de ese tipo gana quien más dinero tiene y quien más gente moviliza hacia las urnas electorales, sin importar incluso su procedencia política. Más bien, podrían pensarse en una convención en la que participen personas que previamente suscriban un acuerdo político. O, todavía más realista, podría ser la construcción de consensos a partir de consultas no solo con partidos políticos sino con sectores sociales y otras fuerzas que son parte de la coalición”.
“La candidatura que surja de un proceso de elección de esa naturaleza contaría con el respaldo y lealtad de todas las fuerzas. Nadie tiene por qué sentirse amenazado y, más bien, esa sería una forma de refundar la forma de hacer política en Costa Rica. Porque de esa manera, se estarían introduciendo lógicas más parlamentarias que presidencialistas. Llevaríamos candidaturas distintas para diputado pero todos estaríamos comprometidos con un programa de gobierno.
-¿Aceptarían que Ottón Solís fuera el candidato presidencial?
-Si es sobre la base de un programa y de un método de consulta aprobado lo aceptaríamos. Como también aceptaríamos si es Monserrat Sagot, Eugenio Trejos, Albino Vargas, Epsy Campbell. Pero, insisto, con un método democrático y un acuerdo programático.
SIN LIDERAZGO
Es una realidad que el movimiento que se opuso al TLC con Estados Unidos, no ha podido ser capitalizado por un líder. Ottón es líder del PAC pero el hecho de que muchos de ustedes no lo respalden, demuestra que tampoco es él el líder de todo ese grupo.
-Es cierto. Una de las fortalezas de ese movimiento es que su liderazgo fue colectivo. Pero cuando se trata de elecciones en las que todo se centra en una candidatura presidencial, esa fortaleza se convierte en una debilidad. ¿Cómo se resuelve? Si existe consenso alrededor de un acuerdo, el liderazgo colectivo puede fraguar en una persona.
Ese liderazgo se construye. En Costa Rica ya desparecieron los liderazgos tradicionales, lo que existen son campañas de mercadeo que a veces crean a un líder. Pero pienso que eso lo podemos solucionar.
-Ya mencionó algunos nombres. Mencione otros que no sea Ottón Solís.
-En el movimiento del pueden existir veinte o treinta personas. Hay dirigentes que provienen del sector social, sindical, ambiental.
-Pero dígame nombres.
-Nosotros aceptaríamos la postulación, por ejemplo, de Epsy Campbell, Monserrat Sagot, Eugenio Trejos, Ottón Solís, Rolando Araya, Henry Mora. Hay muchas personas con cualidades políticas y morales. A unos les gustará un nombre y a otros no, pero quien resulte escogido deberá contar con todo el apoyo pues de lo contrario no habría posibilidad de formar una coalición.
“En el caso del FA tenemos una ventaja y es que yo no puedo ser candidato a Presidente por mi condición de diputado. No soy un competidor aunque, obviamente, si nos vemos enfrentados a una coyuntura de esa naturaleza el FA postulará su candidato presidencial.
DIFERENCIAS CON OTTÓN
-El movimiento contra el TLC aglutinó a sectores muy diversos y de distintos partidos, algunos de los cuales es posible regresen a sus casas para las elecciones del año 2010. Ottón Solís y el PAC tienen todo el derecho de reclamar que éste es el partido más grande dentro de ese movimiento. ¿Por qué, entonces, no respaldar a Ottón y al PAC para esas votaciones?
-Bueno, en el caso del FA obviamente tenemos diferencias con Ottón Solís. Él dice que el suyo es un partido de centro pero no sabemos qué quiere decir eso pues en la práctica todos dicen lo mismo. De centro dicen ser tanto el PLN como el PUSC. En el FA, desde una visión de izquierda democrática, tenemos otro posicionamiento, aunque también muchas coincidencias con el PAC. Aún así, no podríamos aceptar la unidad a costa de nuestra disolución.
“Esa diversidad política que, como usted dice, se puede presentar dentro del movimiento de oposición al TLC, seguramente también se presentará entre quienes votaron a favor de él. En el 2010 el electoral se orientará en función de problemas relacionados con la crisis energética, alimentaria y financiera. De manera que así como alguna gente que votó por el no puede cambiar de posición, lo mismo puede suceder con quienes votaron a favor”.
“Un dirigente o fuerza política que quiera asumir liderazgo estaría tomando esas banderas y convocando para forjar una unidad en la diversidad. Pero ahora nadie lo está haciendo, ni siquiera Ottón. Al contrario, con todo su derecho pero en forma que considero equivocada, hace cálculos erróneos y piensa que si se une a determinados sectores del no, podría perder respaldo de sectores que votaron a favor del TLC.”
“Ahora bien, es explicable que a la fuerza más grande le cueste ser generosa con la más pequeña. Pero siento falta de audacia y osadía para plantear asuntos que la sociedad necesita. Es una actitud tímida. A Ottón le preocupa que si queda bien con los sindicatos entonces se enfrenta con los empresarios o le da temor unirse con sectores que considera de izquierda o con comités patrióticos De esa manera, con rigideces ideológicas, reduce el movimiento que se opuso al TLC. En el momento que vive el mundo las ideologías se diluyen ante un programa de gobierno en el que podemos coincidir. Pero es que hay mucha presión y, además, la práctica conocida de divide y vencerás funciona en todas direcciones”.
-¿Quién esta promoviendo esa práctica?
-Fundamentalmente quienes quieren continuidad en el poder.
-¿El PLN?
-Fundamentalmente el poder político y económico que actualmente se expresa en el PLN.
RECUADRO
“Me duelo mucho lo que pasa en Nicaragua”
Cuando se habla con el diputado José Merino resulta inevitable aludir el tema de Nicaragua. En su tiempo formó parte de un movimiento que, desde Costa Rica, unió sus voces a las de quienes, desde distintas posiciones, lucharon contra la dictadura de Anastasio Somoza. El nuevo ascenso de Daniel Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al gobierno, su confuso y a veces autoritario comportamiento, provoca las más variadas reacciones en la izquierda, de un lado a otro del continente latinoamericano. Y nuestro país, por supuesto, no es la excpeción.
-En Nicaragua el Gobierno de Daniel Ortega y el FSLN amenaza con cárcel al poeta Ernesto Cardenal, al periodista Carlos Chamorro y parece que hasta el escritor Sergio Ramírez. Ellos fueron antisomocistas, militantes sandinistas. ¿Cuál es su reacción ante eso?
-Me duele mucho. Preferí que ganara Ortega en las elecciones presidenciales y ahora prefiero que gane el FSLN en las próximas votaciones municipales que se avecinan. Pero ante las divisiones en el seno de la familia sandinista, a veces con violencia, no puedo pensar en lo que allí ocurre sino con mucho dolor. Ojalá ellos puedan resolver esas diferencias con otros métodos.
“Comparto algunas de las políticas aplicadas por el actual gobierno sandinista, especialmente en los campos agrario y energético. Sin embargo, otras las critico abiertamente, así me parece una barbaridad el hecho de que se haya prohibido el aborto terapéutico. Es muy difícil hacer política en Costa Rica y sustraerse de lo que pasa en Nicaragua, eso lo aprendimos durante la guerra fría. En ese tiempo nos ubicamos solidariamente con el proceso sandinista pero con posicionamientos críticos cuando fue necesario.
-En este caso de lo que se trata es de posiciones críticas muy fuertes, contra el gobierno de Ortega de parte de una figura como Ernesto Cardenal y ante eso ni usted ni el FA han dicho nada.
-Es que decimos muchas cosas y no nos “dan pelota”. Ante eso lo que podemos decir es que, obviamente, quisiéramos que todo se solucionara sin humillar ni perseguir a nadie, con respeto a los derechos de las personas. Eso es lo que quisiéramos y esperamos que puedan lograr. Respetamos a Ernesto Cardenal, es una figura demasiado grande.
Fuente: Periódico Ojo, del 6 al 29 de noviembre 2008, Año VII, No. 157.