Escrito por Nathalia Rojas Zúñiga
COSTA RICA CUENTA CON DISTINTAS IZQUIERDAS DIVIDIDAS, QUE SOLO PODRÍAN DERROTAR A LAS FUERZAS NEOLIBERALES SI SE ARTICULAN EN UNA PLATAFORMA COMÚN.
A ESA CONCLUSIÓN LLEGÓ EL PRESIDENTE DEL FRENTE AMPLIO JOSÉ MERINO DEL RÍO, LUEGO DE QUE LA AGRUPACIÓN POLÍTICA QUE LIDERA CUMPLIERA EL PASADO 16 DE OCTUBRE SEIS AÑOS DE EXISTENCIA.
Merino, fundador y exdiputado, caracterizado por su compromiso a favor de las luchas sociales, reconoció que el Frente Amplio cuenta con una estructura definida y miles de personas partidarias, pero que ha cometido errores que le han costado caro.
El politólogo concedió una entrevista a UNIVERSIDAD, en la que conversó sobre la necesidad de dejar de lado los personalismos políticos, el plan de país que desean promover y las estrategias a futuro. Este es un extracto:
¿Cuáles son las características de la izquierda en Costa Rica en la actualidad? ¿Se puede denominar así o se acopla a otros nombres?
Esta categoría que sintetiza la izquierda sigue teniendo vigencia, en el sentido que expresa fuerzas que se manifiestan críticamente frente al statu quo, y que reivindican alternativas a este modelo capitalista, y que es más vigente cuando estamos ante una crisis de civilización.
La izquierda es un concepto que más bien hay que adjetivarlo en plural, es un concepto diverso, es todo lo que se mueve por grupos ecologistas, feministas, culturales y sindicales. Todo lo que se está moviendo en la sociedad que cuestiona este orden neoliberal y explotador, se puede agrupar dentro de un concepto amplio de lo que es la izquierda; por eso pienso que la izquierda está muy viva.
En ese contexto, ¿qué evolución ha tenido el Frente Amplio desde su fundación hasta la actualidad?
Está claro que la izquierda política ha vivido una larga crisis que llevó no solo a su debilitamiento, sino a la pérdida de contacto con la realidad. Dentro del Frente Amplio hay diferentes izquierdas, y quisimos construir una herramienta que pudiera contribuir al reagrupamiento de luchadores y luchadoras sociales en un frente político que fuera un interlocutor válido y referente, no solo para las luchas y las organizaciones populares, sino también un espacio de debate y análisis; ha sido un trabajo duro pero el balance ha sido positivo, hoy tenemos un partido en el territorio nacional con miles de militantes y simpatizantes.
Hay un sector muy grande de la sociedad que tiene las mismas preocupaciones sobre lo que está pasando en el país y las mismas urgencias de hacer algo por cambiar.
Aunque la derecha gana las elecciones, hay una crisis de proyecto, está herida y presenta un balance con resultados demoledores, es urgente una alternativa donde la izquierda tiene la responsabilidad de hacer propuestas y ser un factor de unidad.
Gran cantidad de habitantes están en contra de proyectos que promueve el gobierno: apertura de diferentes áreas, minería, militarización, y están a favor de otras que no son prioridad para este, como el Estado Laico, derechos para las personas homosexuales, entonces ¿cómo llegar desde esta tendencia del Frente Amplio y hacer una sola plataforma, como se hizo en el movimiento del NO AL TLC?
Lo que debe unir no es el término, es el programa de país, a la gente que rechaza Crucitas, que no quiere que se privatice el agua o están en contra de que ingresen militares. Si las palabras son un obstáculo, encontremos otras.
No solo es una esperanza, sino una alternativa real, hay posibilidad de articular un polo progresista y patriótico en Costa Rica que se enfrente exitosamente a los neoliberales y pueda incitar a una mayoría tanto en la sociedad como en las urnas, para poder tener otro tipo de gobierno. El TLC es el ejemplo vivo, cuando hay cuestiones sustanciales por las que se quiere luchar u oponer, las diferencias ideológicas hay que atemperarlas y ponerlas en otro lugar, el debate seguirá, pero lo importante es coincidir alrededor de una propuesta de proyecto nación. El problema es cuando todo se plantea como una subasta de candidaturas, ahí se estropea, y por eso fracasan las propuestas de unidad, porque prevalecen los personalismos, pero eso envenena y dinamita la posibilidad de buscar la gran convergencia patriótica que es urgente para salvar a Costa Rica.
Precisamente eso fue lo que pasó en las elecciones pasadas…
Pues sí, en parte que no se puso primero el programa y que es imposible cuando se han desatado todos los fueros electorales, eso se convierte en tareas de poco calado o destinadas al fracaso anunciado. Eso hay que hacerlo ya, a partir de lo que estamos haciendo, tantas luchas que se están dando, ahí hay un acuerdo, eso tiene que construirse para que pueda tener también un tipo de acuerdo político, que no solo sea en la lucha social, sino que se traduzca; no basta con tener peso en la sociedad, tiene que haber en las instituciones para poder frenar este modelo.
Muchos movimientos se paralizan por ese temor a relacionarse con los otros, no es que haya una izquierda buena y mala, es un problema común, estos tienen que salir de sus parcelas y gremialismo.
Si encontramos una base de acuerdo muy clara de lo que se quiere, a partir de ahí deben surgir las personas, no al revés, la personalización de la política es inevitable, pero perjudicial para esas fuerzas transformadoras. Iríamos a una nueva derrota si no se logra crear algún tipo de articulación.
Si bien es cierto que el Frente Amplio es considerado el partido beligerante frente al gobierno, ¿por qué gran parte de la población no se identifica del todo como lo ha hecho con otros partidos que en teoría son de oposición?
Son factores de cómo funciona la política electoral en el país, es difícil llevar un planteamiento crítico, exigente, es un trabajo lento, pero nosotros mismos cometemos errores a la hora de enfrentarnos a las campañas electorales, hemos tratado de comprenderlos para rectificarlos.
¿Por qué la lucha social no se traduce en votos? Es un tema que no hemos resuelto adecuadamente. Mi teoría es que a veces no se tiene todavía la suficiente masa crítica para incidir más fuerte, la gente no la ve como alternativa y se orientan mucho por un voto útil. El problema es cómo no caer en la tentación puramente electorera, eso sería una traición a una forma de hacer política con principios; pero tampoco podemos caer en el otro extremo de hacer planteamientos que parecen muy serios, pero que están desvinculados y se quedan en la estación, y quedamos como extraños para la gente que no nos logra entender.
¿Qué errores tuvo el Frente Amplio?
En la campaña electoral no supimos hacer una propaganda adecuada, no supimos llegar adecuadamente, hemos hecho una autocrítica, a pesar que hemos valorado el avance que tuvimos, 18.000 votos en las primeras elecciones, ahora 70.000 votos para un diputado, y muchos de esos votos es la gente que está en la lucha social, queremos ver cómo transformarlo en una fuerza política más influyente. Tenemos problemas de organización, de cómo hace política con principios pero también con eficacia.
¿Puede llegar algún día el Frente Amplio de Costa Rica a ser como el Frente Amplio de Uruguay?
Cuando Tabaré Vásquez, expresidente de Uruguay, estuvo en la Asamblea Legislativa cuando era diputado, hablamos y me dijo que empezaron como nosotros en ese Frente Amplio, fue un proceso de más de 30 años. En Costa Rica podríamos construir uno, pero no como el de hoy, sino una reunión, hasta podríamos poner el nombre al servicio de esta, con diversos partidos, sindicatos, grupos culturales, movimientos estudiantiles, eso se puede lograr “a la tica”.
Fuente: Semanario Universidad