¿Qué harías si el Estado te brinda un ingreso extra de ₡150,000 todos los meses? Me refiero a si hipotéticamente, el Estado hiciera una transferencia de dinero a cada ciudadana y ciudadano, sin requisitos previos, sólo depósitos a nuestras cuentas cada mes. Probablemente algunas personas lo ahorrarían, otras saldrían a un restaurante con su familia, otras comprarían muebles para la casa, hay quienes lo guardarían para un paseo de fin de año y quienes se harían un tatuaje o pagarían un curso de inglés. Eso en un mundo post-coronavirus, mientras que en el mundo de hoy, la gente sin trabajo o con menos ingresos probablemente pagaría su alquiler, compraría provisiones para el confinamiento o se pagaría una muy necesitada sesión de terapia virtual. Sin importar cómo se gaste, sería un gran cambio en las relaciones comerciales y sociales.
A este concepto se le conoce como Renta Básica Universal y es una de las políticas públicas más ambiciosas de nuestro tiempo. La idea es simple, el Estado haría transferencias mensuales de dinero a cada persona del país; idealmente suficiente dinero para estar por encima de la línea de pobreza. Al inicio usé ₡150,000 como ejemplo, pero el monto puede ser distinto. Se trata de un piso mínimo del cual nos podemos levantar.
El coronavirus es una realidad biológica con enormes implicaciones económicas. Se dice que la pandemia está causando la mayor recesión económica global desde la Gran Depresión. En en el país ya estamos viviendo una oleada de cierres y despidos como consecuencia, además, este cambio abrupto mundial se sumó a la frágil situación económica nacional. Antes del coronavirus, enfrentábamos niveles históricos de desempleo, precariedad e informalidad laboral, un incremento en la pobreza y éramos el noveno país más desigual del mundo. Ahora vivimos en tiempos aún más complejos e inciertos. Ante este escenario, cualquier persona sensata estaría de acuerdo en que necesitamos soluciones ambiciosas.
Pero ¿Será la Renta Básica Universal la solución a la crisis en Costa Rica? Personas de la academia y un político costarricense consideran que sí. La escuela de economía de la Universidad Nacional propuso “pasar del actual esquema de transferencias en la seguridad social a uno de renta universal mínima, que permita destinar a las familias pobres y desempleadas un monto suficiente para vivir dignamente” (1). Las y los economistas de la UNA consideran que debe ser una solución a corto plazo. Mientras tanto en el ámbito de la política, el diputado de la bancada frenteamplista José María Villalta, sugirió “abrir la discusión sobre renta básica universal” y ha argumentado que el reciente experimento finlandés “mejoró la percepción de seguridad económica de las personas”. Por el momento Villalta es la única voz en la política costarricense planteando esta solución.
La referencia de Villalta sobre Finlandia se trata de un experimento realizado durante 2 años. El Estado finlandés pagó €560 mensuales a 2000 personas desempleadas, éstas personas podían buscar un empleo si querían pero aún así les depositaban el dinero si no buscaban un empleo. Después de 2 años, quienes recibieron la RBU experimentaron una mayor salud mental, sintieron mayor seguridad, autonomía y confianza en el futuro. Algunas realizaron trabajo no pagado como labores de cuido o voluntariado y se comprobó que no desincentiva el trabajo (2). A raíz de la pandemia actual, otros países están considerando la medida, como en Escocia, donde su Ministra Principal recientemente afirmó que “Ha llegado el momento de la Renta Básica Universal en Escocia” (3).
Antes de precipitarnos a implementar esta política es importante considerar sus posibles ventajas y desventajas.
En 2018 me gradué de Trabajo Social en la Universidad de Costa Rica y durante mi formación pude darme cuenta de que en ocasiones, las políticas de asistencial social requieren de mucha burocracia. Los programas de asistencia social a personas desempleadas y en pobreza implican crear oficinas de atención, contratar personal y una serie de requisitos tediosos para las personas beneficiarias. Por el contrario, la Renta Básica Universal sólo se trata de transferir dinero a cada persona del país, lo cual permitiría reducir parte de la burocracia institucional y redirigir algunos puestos de trabajo hacia otras áreas del bienestar ciudadano. Asimismo, los programas focalizados para un solo grupo de personas, como el Bono Proteger, usualmente dejan a sectores vulnerables por fuera y no han logrado reducir la pobreza en décadas.
Por otro lado, la RBU parece una respuesta obvia a la inadecuada demanda de consumo actual. En momentos cuando las personas están perdiendo sus trabajos o sufriendo una reducción de ingresos, proveer de un ingreso extra a la ciudadanía nos devolvería la capacidad de comprar productos y servicios en el mercado local. Además de ser un alivio para las familias, una RBU podría generar mayores ganancias para las empresas locales, un aumento del PIB y una mayor estabilidad financiera para el gobierno central, como consecuencia del cobro de impuestos por cada nueva venta. La RBU incluso podría estimular nuevos emprendimientos, si paralelo a esta se eliminan trabas institucionales para el acceso a créditos. Si las personas se sienten financieramente seguras asumirían los riesgos de invertir sus ahorros o un crédito en la empresa que siempre soñaron. En términos que puedan entender en la Asamblea Legislativa: generaría reactivación económica.
Asimismo, esta política tendría varios beneficios sociales como mejoras en la salud mental de la población debido a la reducción del estrés financiero. Muchas mujeres en situación de pobreza y violencia podrían liberarse de sus abusadores si tuviesen el dinero para costear su propia subsistencia. Más personas harían voluntariados valiosos, otras se dedicaría a estudiar y otras realizarían trabajos de cuido. Además, es posible que se reduzcan los índices de criminalidad entre personas pobres que delinquen por necesidad; lo cual también podría significar un ahorro extra para el Estado en seguridad.
Hay quienes afirman que la RBU desincentiva el trabajo. Esta idea es escandalosa para el imaginario costarricense que le da un valor muy importante al trabajo. En Costa Rica es común dar gracias por el trabajito, decir que todos los días nos ganamos el arroz y los frijoles y además nos identificamos con el labriego sencillo. Ante estas dudas económicas y filosóficas, es útil revisar el experimento finlandés, donde entre 2017 y 2018, las personas beneficiarias trabajaron un promedio de 78 días, seis días más que las personas con bonos de desempleo, lo cual comprueba que la RBU incentiva más el trabajo que los bonos (2). En cuanto a la concepción del trabajo en Costa Rica, en lugar de entender la RBU como el fin del trabajito, podemos entenderlo como una herencia social, tal como muchas personas reciben herencias familiares. Además, en tiempos de coronavirus el confinamiento imposibilita salir a trabajar, no es sensato “hacer pruebas masivas y a trabajar” como argumenta la bancada legislativa del PUSC. Una RBU sería una excelente solución a corto plazo para continuar aplanando la curva.
Otra de las críticas es que podría causar inflación. ¿Será que todos los precios comienzan a subir? Esta posible desventaja se soluciona si la política se basa en una redistribución de recursos y no en imprimir billetes nuevos. Si se redistribuyen los recursos en lugar de crearlos no habría inflación. Pero ¿de dónde vamos a redistribuir?
Ante esta pregunta yo concuerdo con la reconocida ícono del Pop, Britney Spears, quien en su perfil de Instagram abogó recientemente por la redistribución de la riqueza. ¿Será que Gimme More siempre trató sobre política fiscal progresiva? Tal vez, pero lo que es aún más relevante es que no sólo estrellas del Pop lo recomiendan, también lo han hecho reconocidos economistas del mundo como Thomas Piketty, Paul Krugman, Joseph Stiglitz, Robert Reich y Richard Wolff.
Costa Rica es el noveno país más desigual del mundo según datos del Banco Mundial (4). Asimismo, el Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR, con base en datos de la revista Forbes y el INEC, determinó recientemente que 3 empresarios costarricense ganan lo que 2 millones de ticos ganan juntos (5). Se trata de los dueños de Grupo Nación, FIFCO, Constructora Meco y Grupo Britt (6). Si tan sólo estos 3 ciudadanos y el resto de grandes rentas fueran gravados con impuestos progresivos, nuestro país podría empezar a costear una RBU. Después de todo, la riqueza de estos empresarios es producida socialmente por sus trabajadores, consumidores y la asistencia del Estado, así que debería ser más redistribuida y socializada.
Así las cosas, en medio de una crisis sanitaria con serias implicaciones económicas, en el noveno país más desigual del mundo y sin garantía de que el confinamiento se acabará pronto, la Renta Básica Universal parece ser una política sensata y necesaria a corto plazo. En cuanto al largo plazo, tal vez la RBU deje de ser necesaria, tal vez sea parte de la nueva normalidad, pero sin duda el espíritu solidario de esta política es lo que necesitaremos para construir la economía del futuro y la nueva normalidad.
(1) Valverde, L. (2020, abril 2). Escuela de la UNA propone control de precios y renta básica universal para paliar crisis. Recuperado de https://www.crhoy.com/economia/escuela-de-la-una-propone-control-de-precios-y-renta-basica-universal-para-paliar-crisis/
(2) Lu, D. (2020, mayo 6). Universal basic income seems to improve employment and well-being. Recuperado de https://www.newscientist.com/article/2242937-universal-basic-income-seems-to-improve-employment-and-well-being/
(3) Paton, C. (2020, mayo 4). ‘Time has come’ for universal basic income, says Sturgeon. Recuperado de https://www.independent.co.uk/news/uk/home-news/universal-basic-income-ubi-scotland-uk-nicola-sturgeon-coronavirus-a9498076.html%3famp
(4) Salazar, D. (2019, febrero 27). Cierto: Costa Rica es de los países más desiguales del mundo, según el Banco Mundial. Recuperado de https://doblecheck.cr/cierto-costa-rica-es-de-los-paises-mas-desiguales-del-mundo-segun-el-banco-mundial/
(5) Instituto de Investigaciones Sociales UCR, I. (2020, May 5). Imagen [Imagen ]. Retrieved from https://www.facebook.com/229937067159435/posts/1558676217618840/?sfnsn=mo
(6) Diaz, N. (2020, April 21). Así son los tres empresarios ticos más ricos de Centroamérica, según Forbes. Retrieved from https://semanariouniversidad.com/pais/asi-son-los-tres-empresarios-ticos-mas-ricos-de-centroamerica-segun-forbes/
- Brandon Guadamuz es graduado de Trabajo Social en la Universidad de Costa Rica. Agente de Cambio de la Friederich Ebert Stiftung. Activista y militante de la Juventud Frente Amplio.