Antonio Ortega Gutiérrez – [email protected]
A la diversidad de protestas que se han registrado esta semana se suman más de 60 colegios cerrados por parte del estudiantado, la mayoría fuera de la GAM. Es de aplaudir tanto el acto de solidaridad con las y los estudiantes vilmente agredidos por parte de la Fuerza Pública mientras protestaban en las afueras del Liceo de Cuatro Bocas de Upala el pasado miércoles 26 de junio, como la propia movilización en contra del proyecto de educación dual y las paupérrimas condiciones de muchísimos centros educativos.
Las y los estudiantes poseen el inviolable derecho a protestar por las condiciones de la infraestructura en sus centros educativos, para mejorar el acceso a recursos; para exigir la renuncia a un ministro, a un director, a un docente o a un administrativo; también para denunciar programas de estudios y para posicionarse sobre temas de carácter nacional y local.
Es repudiable que el Gobierno encuentre en la represión la forma de evadir el diálogo, anteayer fueron los pescadores, ayer los estudiantes, y todo indica que la lista aumentará. Carlos Alvarado no sólo ha sido incapaz de generar consensos entre los diferentes sectores nacionales, sino que está dispuesto a ignorar y a dar garrote a los perdedores de su “juego de tronos” cuando legítimamente protestan.
También es reprochable que sectores ultraconservadores se aprovechen de la actual coyuntura para colar dentro de la agenda de lucha estudiantil consignas machistas, homofóbicas o que atentan contra el derecho a la educación sexual y reproductiva. En tiempos de preocupantes cifras de suicidios juveniles, embarazos adolescentes, bullying y enfermedades de transmisión sexual, toda persona adulta o grupo organizado que promueva prohibir la información y el acceso a la salud a menores de edad debería ser sancionada. ¡Es un tema de salud pública!
La Reforma Fiscal impulsada por el PAC, el PUSC y el PLN reafirma que este gobierno solo está dispuesto a escuchar y a gobernar para los ricos y las grandes empresas, empobreciendo cada vez más a la gran mayoría y provocando brechas vergonzosas en la educación pública, principalmente fuera del Valle Central.
La rebeldía y la movilización de jóvenes y estudiantes han sido vitales para importantes transformaciones en la historia de la humanidad, desde el mayo francés del 68 hasta el Manifiesto de Córdoba en Argentina, o más recientemente en Chile en pro de la educación gratuita y de calidad. En nuestro país el movimiento estudiantil fue fundamental para las más grandes movilizaciones sociales, la lucha contra la Dictadura de los Tinoco, la lucha contra ALCOA en los 70, el COMBO del ICE y el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, justamente pertenezco a una generación que a raíz de la lucha contra el TLC ingresé al movimiento estudiantil y posteriormente a lucha social y comunal. Todas estas luchas han tenido como protagonista a personas jóvenes guiadas por sentimientos de justicia social, igualdad, respeto y libertad, es por eso que cada vez que la juventud irrumpe y exige, la sociedad avanza.