El Frente Amplio manifiesta su rechazo a las acusaciones emitidas por la Fiscalía boliviana contra el compañero Evo Morales Ayma, asociándolo de delitos de terrorismo. Tal denuncia no tiene sustento y revela la intención del aparato de justicia boliviana en condenar a líderes políticos y sociales; mientras que los asesinos de las masacres de Sacaba y Senkata de noviembre de 2019 continúan libres (matanzas ejecutadas en el gobierno de facto y condenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos). Así mismo, rechazamos la persecución contra compañeros y compañeras del Movimiento al Socialismo (MAS) que ha llevado a cabo el gobierno de facto en Bolivia.
Al igual que en otros hermanos países latinoamericanos, en Bolivia se gestó una persecución utilizando la herramienta del “lawfare” o judicialización de la política; desde el mismo momento en que asumió el gobierno de facto de Jeanine Áñez. En ese sentido, es más que urgente el desarrollo de elecciones que garanticen el retorno democrático al país, de manera transparente.
Las acusaciones de fraude en Bolivia contra Evo Morales tampoco tuvieron sustento, según investigaciones desarrolladas por Jack Williams y John Curiel, investigadores del Laboratorio de Elecciones del Massachusetts Institute of Technology (MIT); que aseveran que aún la OEA no ha podido responder a las consultas sobre la metodología y datos utilizados por ese organismo para haber hecho afirmaciones de un eventual fraude.
La convocatoria a unas nuevas elecciones será la vía para una resolución de la crisis político a un plazo más cercano, pero con el inmenso reto que implicará para el nuevo gobierno asumir el desastre dejado por el gobierno de facto en el contexto de la pandemia por el Covid-19 (acusado de pagar a sobreprecio respiradores médicos y con numerosos casos de corrupción).
Nuestra solidaridad para con el hermano pueblo boliviano, que resiste y lucha por sus derechos, la democracia y la paz.